II.

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2.

Abrió la puerta, y me dejó entrar. Con pasos inseguros entré, examine toda la habitación que era realmente acogedora. Una cama de casal, con sabanas de color verde claro y blanco, con una mesita de noche a cada lado. Un armario blanco alado de la puerta. El piso de madera lisa. Un baño alado del armario, y una ventana baja que tenía un alféizar ancho, podía sentarme en ella cómodamente porque, había una almohada fina por dentro; y bien alado de la ventana, un mueble, donde había perfumes, cremas, maquillajes; todo lo que una chica desea.

Me acerque al armario, lo abrí y había ropas de última moda. Así como mi papá siempre nos compraba a Jade y a mí; ropa de diseñador. Había faldas, jeans, blusas, vestidos, ropa interior, etc.

-Abre aquella puerta -dijo Zayn desde el umbral, apuntando con su cabeza una puerta de vidrio que no había visto, estaba en el fondo de la habitación, en una esquina.

Me acerqué y antes que la abra, se abrió por sí sola. Entré y me quedé boquiabierta; Era un closet, con un mínimo de 100 tipos de zapatos diferentes, y lo mismo con vestidos. Había una infinidad de ropas, zapatos, bolsos y vestidos de fiesta. Era tan sorprendente. No podía creer que Zayn había hecho todo esto ¿para mí? ¿Una chica que apenas acaba de conocer? Imposible. Salí del closet y la puerta de vidrio corrediza se cerró. Miré a Zayn y el sonrió.

-Baja a cenar dentro de una hora -y salió sin decir nada más.

Mi pesadilla resultó tener un lado bueno. Me lancé de espaldas a la cama, mirando el techo. Pensando siempre en mis padres y en mis hermanos... A veces digo, que estarán mejor sin mí, y de seguro, ni se importan que haya desaparecido estos cinco meses. Solo mi madre, creo. O también no.

Tal vez estén mejor sin mí. Sin la oveja negra de la familia.

Me levanté, y tome ropa interior del armario y me adentré al baño. Claro, hasta el retrete tenía que ser de lujo aquí.

Terminé de vestirme. Usé mi ropa de nuevo, que era una falda jeans corta y ajustada, una blusa blanca sin mangas y un chaleco jeans combinado con la falda encima. No quería usar las ropas que Zayn había comprado, me daba mucha vergüenza.

Me sequé el cabello; Pasé la crema por todo mi cuerpo, como de costumbre, siempre fui obsesionada por cremas y perfumes. Realmente, hacía tiempo que no tomaba un baño decente así, en el prostíbulo, tenía que bañarme con una jarra. Creo que ya olvide todo sobre los lujos, modales, y la educación.

Siempre mis padres nos criaron en medio del lujo y buenos modales, entonces, creo que no se irán de mi cabeza tan fácilmente.

Me puse mis converse negros, realmente míos, con los que había venido aquí, porque, como ya había mencionado, no quería usar nada de Zayn.

Me perfumé, y abrí la puerta dispuesta a bajar a la cocina. Caminé por el pasillo, luego baje las escaleras, y desde arriba podía ver a Zayn sentado sin camisa de espalda, hablando con una señora, de aproximadamente cincuenta y tantos años.

-Ven _________, acércate -dijo volteándose a verme.

Bajé del todo las escaleras, cruzando toda la gran sala, y entré a la cocina. Zayn me indicó un lugar alado de él, me senté y él me miró de pies a cabeza. Haciéndome sentir avergonzada e incómoda.

-¿Por qué no usas las ropas que te compré? -sentí en su voz, enojo.

Claro, ¿Cómo no estarlo? Había gastado quien sabe cuánto dinero, y yo, vuelvo a usar mi ropa en vez de agradarlo y agradecerlo usando las que él me compro.

-Zayn -dije sintiéndome extraña al pronunciar su nombre. - Aprecio mucho todo lo que has gastado, pero quisiera poder ganarme yo las cosas, merecerlas y...

La Bella y La Bestia. (Zayn Malik)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora