—¿Mejor?
Me encojo de hombros conteniendo una sonrisa y él tiende su mano para que la tome, siento el calor subir a mi cara cuando la pongo sobre la suya y él entrelaza los dedos.
—¡Eh, Cox! No sólo te pares.
Me vuelvo y, ahí de pie se encuentra Nethan Cox, con una mirada descolocada en el rostro mientras mira en nuestra dirección. Aparto la mano de Kyle en un rápido movimiento. ¿Por qué la aparto?
—¿Whitman? —él también se voltea y nota a Nethan Cox, levanta la mano —. ¡Hey, Neth!
Le hace señas para que se acerque, y Cox, con la mirada seria simplemente se da la vuelta en dirección opuesta y se va, los Rogers, que estaban a su lado, se miran entre ellos confundidos y lo siguen, hay otros que lo llaman pero este no regresa, ni siquiera vuelve a mirar de vuelta.
—¿Qué...? —murmuro.
—Seguro no me oyó —se encoge de hombros y toma mi mano de vuelta para llevarme en dirección a la cancha, vuelvo a mirar el lugar por el que se ha ido Cox, ¿qué era esa expresión de antes? —. ¿Crees que la lona esté cerca?
—Ah, sí.
Asiento y miro hacia el frente, negando, intento aclarar mis pensamientos una vez que llegamos junto a la lona, luce bastante pesada y algo sucia, Kyle me suelta y se remanga las mangas de la camisa. Yo aún la observo, con la expresión de Cox en mi cabeza.
—¿Whitman?
—Luce bastante sucia —empiezo a remangar mi camisa, no miro a Kyle y me agacho para sacudir uno de sus extremos —. ¿Deberíamos llevarla con uno tomándola de cada lado?
—También pensé que esa sería la mejor opción. Tomaré el otro extremo, ¿de acuerdo?
Asiento mientras la levanto un poco, analizando su peso en mi cabeza, ¿podremos levantarla simplemente los dos? ¿En qué estaba pensando cuando dije que podría hacerlo sola? Qué bueno que Kyle no me dejó.
—¿Listo?
—Cuando tú quieras.
La levanto y siento que él la levanta seguido de mí, pesa, pero la llevo con ambas manos y creo que sí llegaremos al salón antes de que esta llegue a caerse. Pienso en la cara de Cox de nuevo y sacudo mi cabeza, ¿por qué sigue regresando?
También, ¿por qué me había ayudado con lo de Ash? Yo podía defenderme sola, ¿por qué intervino? O... ¿por qué pienso que me ayudó? Tal vez fue mera coincidencia, ¿lo estoy pensando demasiado?
—Rayos...
—¿Pasa algo, Whitman? —siento su dulce voz, me vuelvo, al parecer con toda la confusión en mi rostro porque él frunce el ceño —. Estaba diciendo que...
—Lo siento Morrison, ando algo distraída —admito avergonzada, hago una mueca mientras miro que volvemos a pasar por el lugar en el que vimos a Nethan Cox —. Tal vez no debí ofrecerme con esto de la lona, lamento haberte arrastrado conmigo.
—No me has arrastrado, pasar tiempo contigo es genial, incluso cuando no me escuchas —oigo su risa y me veo sonriendo —. Pero hay un problema.
—¿Cuál?
—Tendré que repetir todo de nuevo.
Suelto una risa y me vuelvo a verlo —. Eres algo tonto, Morrison.
—Es mi encanto, querida Whitman.
Niego con las mejillas calientes y nos detenemos en la entrada del aula, la bajamos sin esperar que alguien nos lo diga, la presidenta sale rápidamente.

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Mi pequeño chico torpe
Teen FictionTodas las chicas, al igual que en las historias queremos tener un sexy vecino, que sea un mujeriego, Bad Boy, un dios en la cama, tan alto, tan fuerte, el chico por el que todas, de verdad, todas las chicas del instituto soñaríamos. Que sea musculos...