¿Y si algún día dejas de hacer lo que te gusta? O, si un día realmente pierdes toda capacidad de hacerlo y no lo has hecho lo suficiente como para recordarlo si no puedes siquiera intentarlo.
Me recuesto en el césped. Suspiro y cierro mis ojos.
Kyle se posa a mi lado y sonríe, desvío mi mirada limpiando mi rostro con la manga de mi camiseta.
—Vamos, no te enojes. Es porque soy varón y tú, mujer.
—Tenemos trece y soy más alta. No deberías ganarme a las carreras.
—Es porque papá y mis primos siempre me obligan a correr con ellos. Si quieres...
—Si dices que dejarás ventaja voy a partir tu nariz de nuevo, y esta vez no será un accidente.
—Iba a decir que si querías que lo repitiéramos podíamos hacerlo... Pero veo que...
—¡Te voy a matar!
Él se aleja corriendo y lo sigo, aún sin poder alcanzarlo. En ese entonces me prometí a mí misma que lograría alcanzarlo y el día que lo hiciera merecería todo su amor sólo para mí.
Toda la cancha está en silencio mientras Nethan y yo estamos uno frente al otro, cruzados de brazos. Un estudiante del segundo año está junto a nosotros, y tiene una moneda en su brazo.
—¿Cara o cruz?
Pregunta en voz alta y me apresuro a decir cara, Nethan se encoge de hombros dándome la elección. El chico lanza la moneda en el aire y esta cae en su mano. Dio a cara. Miro a Nethan con una sonrisa y este también me sonríe retrocediendo.
El balón está en mi poder y Kyle se posa a mi lado, confiado y ruego en mi interior que no salga con una de sus torpezas.
—¿Me traes ese patín? —le señalo mientras me pongo el primero, Kyle me ha venido a ver para ir a jugar con su nueva patineta y como yo no tengo una uso los patines de mi hermano mayor. Kyle se para asintiendo y entonces se tropieza con un calcetín cayendo de cara en el suelo. Hago una mueca y me agacho a su lado —, ¿estás bien?
Él tiene una mirada tan seria que le paso el balón en un toque corto y él me lo regresa con rapidez entonces él se aleja un poco y se lo paso de vuelta, ni bien el balón toca sus lonas Nethan Cox está frente a él y le arrebata el balón. Los hermanos Rogers se posan a su lado y avanzan rápidamente hasta la portería. Me apresuro a alcanzarlos pero me llevan mucha ventaja y me apresuro más al ver a Nethan Cox frente a la portería. Martha abre los brazos dispuesta a recibir su tiro y algo inesperado pasa. Kyle le hace una barrida y el balón sale a un lado de la portería después de chocar con la pierna de Clayde Rogers. Estoy más atrás y no entiendo aún cómo es que Kyle lo alcanzó, Nethan Cox mira a Kyle y se aparta pasándome hasta el centro, miro a Kyle mientras Martha va por el balón.
—Sigues siendo veloz...
—Te lo he dicho siempre, Whitman. Mis primos me obligan a correr con ellos y con papá.
Entonces una idea se cruza por mi cabeza. Una idea loca y me acerco a Martha haciendo señas a Kyle para que se acerque y poso mis brazos en los hombros de ambos, soy la única que debe agacharse más.
—Tengo un plan.
Ambos asienten y escuchan atentos. Nethan Cox y los hermanos Rogers están en el centro. Dejando la portería prácticamente desprotegida. Nethan me mira levantando una ceja y lo ignoro separándome de los chicos.
—¿Estás segura?
Me susurra caminando a mi lado Kyle. Lo miro con confianza y sonrío por primera vez frente a él, abre los ojos con sorpresa y noto cómo sus mejillas se ponen coloradas.
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Mi pequeño chico torpe
Ficção AdolescenteTodas las chicas, al igual que en las historias queremos tener un sexy vecino, que sea un mujeriego, Bad Boy, un dios en la cama, tan alto, tan fuerte, el chico por el que todas, de verdad, todas las chicas del instituto soñaríamos. Que sea musculos...