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Casi no tienes noticias de tu novio, si no fuera por Lester que de vez en cuando recibe llamadas de Bo para comunicarte que estaba bien y regresaría pronto pero habían pasado tres días y lo extrañabas. En medio de la noche escuchas pasos pesados y pensando que es tu novio corres para verlo pero al bajar solo te encuentras con Vincent, te sientes decepcionada pero lo saludas con una sonrisa.

La puerta se abre y está vez si es Bo, felizmente corres a recibirlo con un  fuerte abrazo que correspondido —Amor ¿Porque aún sigues despierta?— pregunta cómo si no supiera lo preocupada que estabas por el y la falta de sueño que esa preocupación te causaba —No importa, de todas formas tengo algo que mostrarte— comentó y estabas tanto emocionada como confundida porque no parecía traer un regalo o un recuerdo de su viaje —Vamos quiero mostrarte un lugar muy importante para mi—.

Estabas tan ansiosa, era la primera vez que salias de la casa que te cuestionas si estaba bien salir en pijamas pero Bo dijo que no importaba así que ya no pensaste en eso, caminaron un rato tomados de la mano, notaste lo vacío que era el pueblo en el que vivían.

Cómo estabas a unos pasos detrás de el cuando Bo se detuvo chocaste con su espalda, habían llegado a un enorme edificio que en el entrada ponía "Casa de cera". Miraste a Bo y al tétrico lugar y te apegaste más a él con miedo, el te mío y rio —Tranquila, es un museo de cera— explica Bo —Era de mi madre y ahora es de Vincent y mío— continua invitando te a pasar.

Ambos entran y Bo te muestra todas las estatuas de cera que hay en el lugar, aún tienes miedo pero pensar lo bien hechas que están estás estatuas y los realistas que se ven te sorprende —Vincent es muy talentoso— comentas y Bo gruñe con molestia —¿Solo Vincent? Yo tambien ayudo a hacerlas yo traigo a los modelos— se queja y te lleva casi a rastras a ver a una de las estatuas.

Está a diferencia de las otras era muy reciente se notaba en lo limpia que estaba y los moderna que se vestía en comparación a las otras. —Ella es nueva, la ví al lado de la carretera y pensé que era hermosa y que debía traerla junto a Vincent.— explica tu novio.

La observas, su piel bronceada su cuerpo tonificado y su cabello rubio si que llamaba la atención por supuesto que a tu novio le parecería hermosa está mujer eso te hacía sentir algo insegura de ti —¿Crees que Vincent haría una estatua de mi?— preguntas con inseguridad, Bo había notado el cambio de tu actitud y se sentía satisfecho, te tomaría de la cintura y te apegaria a él —No te sientas mal, tu no necesitas ser una estatua— sonreiria para luego besar tu mejilla haciéndote reír.

Eras tan feliz con las palabras que Bo te decía nunca notarias que mientras se acercan a la salida más unidos y cariñosos que nunca a sus espaldas aquella estatua los seguía con su mirada cristalina y una lágrima derramándose por su mejilla.

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