Nuestro•Sombrío•Amor [Merlina x Xavier] (Reescribiendo)

Nuestro Sombrío Encuentro

🎨•Xavier Thorpe•

Han pasado dos horas desde que llegué y aún sigo esperando a que llegue mi vuelo. Ya había dibujado un montón de cosas y se me antojó un sándwich, así que me levanté y busqué entre los stands algún puesto que tuviera. Cuando lo conseguí regresé a mi mesa y unos minutos después de terminar, finalmente anunciaron por los megáfonos que mi vuelo partía; entré todos mis materiales en la mochila para dirigirme hacia el área de abordaje.

Una vez dentro del avión busqué mi asiento y agradezco que me haya tocado en uno que no tiene ventana. 

¡Eso!

Me di cuenta de que el avión no estaba completamente lleno y que habían unos dos o tres estudiantes de Nunca Más.

En todo el vuelo me puse a pensar en ella, incluso hice dos dibujos de su cara que me tomaron bastante tiempo por la gran cantidad de detalles... debo admitir que en cuanto a ella me vuelvo algo detallista.

Cuando aterrizamos me dirigí a buscar mis maletas, tomé un taxi el cual me llevó a la estación de trenes y así poder llegar oficialmente al pueblo de Jericó —si... es largo el viaje—.

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—Por fin...— digo en un tono de alivio al bajarme del taxi que me trajo a la entrada. Entré en la academia y me dirigí a la recepción para pedir las llaves de mi habitación.

Al entrar vi que solo habían unos cuantos estudiantes, no me sorprendió porque algunos vivimos muy lejos y venimos uno o dos días antes de lo que nos piden.

—Hola joven, ¿En qué lo puedo ayudar? —dice la encargada que al parecer es nueva.

—Vengo por las llaves de mi dormitorio, soy Xavier Thorpe, segundo año.

—¿Me puede dar su identificación de estudiante?

—Claro —dije para sacar de mi mochila un carnet de color morado con una foto de mi cara y un código QR debajo de esta. Se lo di y lo pasó por un escáner, luego se escuchó un bip confirmando que es válido.

—Su cuarto es XXX XXX; es compartido con el joven Ajax Petropolus el cual aún no ha llegado a las instalaciones —dijo entregándome el carnet, y agradezco internamente que me haiga tocado mi mejor amigo como compañero.

—Gracias.

Con eso me despido y me voy al cuarto a descansar ya que el día de mañana iba a llegar todo el mundo y por fin la podría ver después de dos meses.

Entré al cuarto que resultó siendo el mismo de hace par de meses. Me metí al baño para asearme y dormirme algo caliente, pues ya casi está llegando la primavera. Solté un suspiro cansado cuando me acosté en la cama... Sin duda alguna fue un viaje muy agotador.

La realidad me golpeó como balde de agua fría al recordarme de la existencia de Bianca... que aunque creo que ellas ya no se llevan tan mal como antes, no que creo que Bianca aún me quiera soltar.