Lunes

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Un lunes fue el día en que te conocí.
El recuerdo de tu carita con esa expresión perdida asomándose por la puerta de la sala de delegados sigue fresco en mi memoria. Jamás podría olvidar el momento en que me crucé por primera vez con la persona más importante de mi vida, pues quedó impreso en mi mente para siempre como un tatuaje.

Aún recuerdo la primera vez que te vi; tu cabecilla asomada por la puerta, tímidamente preguntando por mí sin siquiera saber quién era. Te veías tan perdida... En tu mirada pude identificar el miedo y la ansiedad propios de ser "la chica nueva". Sin embargo, al final, no tardaste en hacer buenas migas con casi todo el mundo, y demostraste ser una amiga excepcional.

Después de nuestra primera charla me dio la impresión de que quizás te había aburrido un poco con todo el tema del papeleo y aquel formulario de inscripción, pero también supe que había llegado al instituto una chica distinta a todas las demás, que definitivamente iba a causarme más de un dolor de cabeza ese año. Ja. No estaba equivocado. Sí hubo más de una situación en las que habría querido mandarte a volar, pero no se comparan con la cantidad de satisfacciones y sonrisas que me trajiste después.

Me resulta tan extraño pensar que el Nathaniel de aquel día jamás se hubiera imaginado que al año siguiente se enamoraría de tí como no lo hizo nunca por nadie más.

last kiss • nathanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora