Como no tenía que ir a la oficina, decidió que sería una buena idea ir al centro comercial. Había visto en internet que ya estaba a la venta uno de los bolsos que deseaba comprar hace mucho; podía pedir que lo llevaran a casa, pero por alguna razón deseaba salir de casa.
Todo el mundo veía asombrado a Jaemin por lo guapo que era y lo costosa que su ropa lucía. La gente "común" no conocía a las personas empresarias, pero sabían que él existía por las revistas en las que había aparecido como rostro.
Subió hasta el tercer piso y entró a la tienda en busca del bolso. —Buenas tardes, señor —dijo el encargado. Su aroma a alfa asqueó al pobre Jaemin—. ¿Puedo ayudarlo?
—Quiero llevar ese bolso —el alfa asintió.
—Lo tenemos en diferentes colores, ¿desea alguno en específico?
—Rosa —el hombre lo miró extrañado y asintió, yendo de inmediato por el bolso.
Jaemin odiaba el rosa, pero por alguna extraña razón deseaba el bolso de ese color. En cuanto apareció, el hombre pagó por su compra y se marchó de inmediato, huyendo de su apestoso aroma.
—Escuché que te está yendo bien en el trabajo, Junnie —al oír ese nombre, Jaemin se dio la vuelta rápidamente.
Renjun caminaba junto a una chica mientras llevaba algunas bolsas en sus manos, ambos se sonreían dulcemente y eso molestó un poco a Jaemin.
Su celular comenzó a sonar cuando decidió que sería una buena idea seguir al par de tortolos.
—¿Qué? —respondió de inmediato, rodando sus ojos por la llamada de sus padres.
—Nana, oí de tu amigo Jeno que ya no te dan asco los alfas. Bien por ti, cariño —Jaemin estaba algo cabreado y eso lo enfureció un poco más. No tenía tiempo para oír la estúpida voz de su padre—. Para celebrarlo, ¿por qué no nos encontramos más tarde en el restaurante del amigo de tu mamá? Te extrañamos.
—No tengo ganas de salir.
—Sabemos perfectamente que estás afuera, solo trae tu trasero aquí —su padre terminó la llamada sin esperar una respuesta y Jaemin arrastró su trasero enfadado hacia el restaurante que conocía desde pequeño.
Sus padres estaban esperándolo en la zona vip del lugar junto a un hombre que él no conocía.
—Al fin llegas, siéntate por favor —dijo su mamá sonriéndole al otro chico.
Apestaba a alfa. —No tengo ganas, ¿qué es lo que necesitan?
—Siéntate, Jaemin —esta vez lo dijo su padre—. Tu mamá no te preguntó si tenías ganas. Lo siento mucho, Xiaojun. Él es un poco difícil, pero estoy seguro de que se llevarán bien.
—No sé qué es lo que están tratando de hacer, pero no pienso quedarme mucho tiempo.
—Lo siento. Mi nombre es Xiao Dejun y soy el hijo de uno de los amigos de tus padres —el pobre chico le hizo una reverencia y su aroma golpeó el rostro de Jaemin.
Su estómago se revolvió de inmediato, si no se marchaba vomitaría encima de la mesa que estaba bien arreglada. —Lo siento por ti, pero debo irme. Si continúo aquí, vomitaré y no se vería muy bien de una persona como yo —les hizo una reverencia a todos y se marchó.
Por supuesto que su asco hacia los alfas no se había ido y ahora mismo le importaba una mierda. Solo quería llegar a casa y dormir toda la noche.
Una semana pasó donde Jaemin solo llegaba a casa a dormir y luego se iba a trabajar, el ambiente en el trabajo estaba tenso gracias a su humor y Donghyuck estaba asustado de cometer algún error que provocara su despido.
Había vuelto al café amargo y a detestar las cosas dulces, Jeno había ido varios días a preguntar por él, pero estaba tan enojado con el mundo que lo enviaba a la mierda cada vez que lo veía.
La tienda seguía abierta cuando llegó en la noche, era bastante tarde. Pasadas las cuatro de la mañana, tal vez.
No le apetecía ver a Renjun en quizás todo el resto de su vida, pero ya no le quedaba comida y no había restaurantes abiertos en la madrugada.
Entró de mala gana y no miró al chico hasta que llegó al mostrador con un ramen y agua embotellada.
—Buenas noches, señor —esa voz no la conocía para nada, así que subió su vista. Era otra persona.
—¿Dónde está Renjun? —el aroma de aquel chico era asqueroso para Jaemin, otro alfa que olía mal.
—Ah, se refiere a mi compañero. Me cambió el turno nocturno, ya que tenía asuntos que atender. Creo que mañana estará aquí, lo siento.
—Me da igual —pagó sus cosas y salió más cabreado que antes.
Últimamente, todo lo que Renjun hacía lo cabreaba el doble. Su mente estaba hecha un lío por su culpa y él se dignaba a no presentarse al trabajo. ¿Quién se creía que era?
Jeno apareció a la hora del almuerzo, cabreado. —¿En serio volviste a quejarte de la tienda? ¿Qué pasó, te peleaste con Renjun?
—No nombres a ese imbécil.
—Ayúdame a entenderte, ¿quieres? Hace unos días estabas feliz, de hecho, tu aroma era suave, pero ahora apestas a omega celoso. ¿Te dejó por otra persona?
Jaemin lanzó su comida a la pared, casi embarrando a Jeno con ella. —¡Te dije que no lo hables de él!
—¡Na Jaemin! ¿Qué mierda pasa contigo? Habla conmigo, quiero saber qué ocurrió.
—No pasó nada. ¿Qué iba a pasar? Te dije que no me interesaba ese idiota y al parecer él tampoco está interesado en mí. Lo vi feliz de la vida con una chica hace unos días.
Jeno asintió, dejando que continuara con su discurso.
—Y gracias a ti, mis padres pensaron que era una maravillosa idea presentarme a un alfa, ya que "mi asco por los alfas había desaparecido". Que gran amigo eres, imbécil.
—Me disculpo, ¿sí? Además, no les dije que tu asco por los alfas había desaparecido. Solo les conté que habías conocido a un alfa que te parecía atractivo y que a tu nariz no le daba asco.
Jaemin rodó sus ojos. —Da igual. No voy a conocer otro alfa solo porque ese idiota no me parezca nauseabundo.
—Renjun no está saliendo con nadie, Nana. Te lo prometo.
—¿Cómo sabes? —su apetito claramente se había ido, pero por alguna razón quería seguir comiendo.
—Porque el idiota de Mark lo tiene en redes sociales. Existen esas cosas, pudiste haberlo investigado por ahí en vez de estar celoso sin razón.
—¿Por qué mierda lo buscaría? No tengo redes sociales porque son una pérdida de tiempo y lo sabes.
Su amigo rodó sus ojos y buscó algo en su celular. —Mira, ahí está tu novio.
Tomó el celular de su amigo y miró todas las fotos que tenía Renjun en su cuenta. Lucía como un idiota en varias, siempre sonriendo para la cámara. —Parece un tonto.
—Lo que digas. ¿Por qué no hablas con él? Mark autorizó la relación entre tú y él.
—¿Por qué mierda tendría que autorizar Mark?
—Es su empleado y se supone que las relaciones en el trabajo están prohibidas, al menos aquí lo están —lo miró burlonamente—. Amigo, si tanto te gusta un chico con el que has hablado un par de veces, trata de acercarte y no te vuelvas loco. Esta pobre oficina se está cayendo a pedazos gracias a tu humor.
—Lo que sea. Me da igual.
Al llegar a casa se dio un baño relajante, eligió algo cómodo, pero lindo y bajó hasta el primer piso. Si Renjun estaba en la tienda, lo haría, si no, hasta ahí quedaba todo y él seguiría como siempre.
—Buenas noches, señor Jaemin —esa dulce voz hizo que mirara hacia el mostrador, Jeno tal vez tenía razón. Quizás, sí le gustaba un poco el chico de la tienda.
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Té de jazmín y chocolate
FanfictionEn donde un omega dominante se enamora de un "estúpido" chico de la tienda junto a su gran pent-house. 🦊🐰