Té de jazmín y chocolate

Capítulo X

Renjun no apareció y no respondió las llamadas que su novio le había hecho en toda la semana. Jaemin estaba más asustado que el primer día y el aroma de la ropa del alfa estaba desapareciendo.

—¿Compraste el test? —preguntó Jeno sentándose frente a él en su oficina. Jaemin negó—. Yo lo hice, ve al baño.

Sujetó la bolsa de papel y fue de inmediato, esperando el resultado con el corazón latiendo en su garganta. ¿Si estaba embarazado, Renjun escaparía?

—Mierda.

Salió del baño mientras lloraba desesperado. Jeno lo sujetó en un abrazo y dejó que llorara hasta que pudiera calmarse. —¿Qué pasó?

—Estoy embarazado, Jeno —ambos se miraron y Jaemin volvió a llorar. Jeno quería matar a Renjun y deshacerse del cuerpo sin dejar rastros—. ¿Cómo le diré a Renjun?

—Nana, no es tu culpa, cálmate. Ya encontraré a ese hijo de perra y acabaré con él por hacerte esto y desaparecer.

Jeno se quedó con Jaemin todo el día tratando de comunicarse con Renjun, pero su teléfono estaba apagado. —¿Sabes dónde trabaja?

—Sí.

Condujeron hasta el trabajo de Renjun y entraron rápidamente, esperando que estuviera ahí.

—¿Renjun? Él no se ha presentado al trabajo desde hace unos días, no pudimos comunicarnos con él. ¿Está en problemas? —el jefe de Renjun estaba preocupado y se notaba por su mirada.

—No, tal vez. Pero al igual que usted no podemos encontrarlo. Gracias, ¿podría avisarme si sabe algo de él? —el hombre asintió e intercambiaron números, volviendo a salir—. ¿Por qué no vamos a su casa? Quizás se está escondiendo porque sabe lo que hizo.

Jaemin estaba cansado, pero de todas maneras fue junto a Jeno por ese tonto alfa.

Golpearon la puerta varias veces y apareció un hombre que se parecía mucho al alfa de Jaemin. —¿Hola? —preguntó mirando a ambos omegas sin saber quiénes eran.

—Disculpe señor, ¿se encuentra Renjun?

—¿Mi hijo? No ha llegado a casa desde hace varios días, dijo que se quedaría en la casa de su novio. Ni siquiera nos ha llamado para decirnos como está, lo siento por no poder ayudar. ¿Está en problemas?

—Su hijo dejó embarazado a mi amigo, señor y al parecer desapareció del mapa —el señor Huang abrió sus ojos y miró hacia atrás.

—Cariño, estos chicos dicen que Renjun va a ser papá —la señora Huang apareció junto a él y miró a los chicos—. ¿Eres su novio o solo es un imbécil que huye?

El castaño mordió sus labios con tristeza y trató de hablar. —Se supone que es mi novio, señor —Jeno acarició su espalda con suavidad y los padres de Renjun lo dejaron entrar de inmediato.

—No creo que mi hijo sea tan idiota para dejarte en ese estado y desaparecer —la señora Huang fue por algo de té mientras ellos se sentaban en el pequeño sofá de la sala—. Lamento mucho que estés pasando por esto cuando deberías estar relajado.

Les dio a ambos un poco de té de jazmín y Jaemin lloró con tristeza. Extrañaba a Renjun y su delicioso aroma.

Los padres de Renjun miraron apenados al pobre omega. —¿Deberíamos llamar a la policía? —preguntó el señor Huang después de un rato en silencio—. No considero que sea normal que haya desaparecido de la nada.

—Tienes razón, cariño —sacó su celular de uno de sus bolsillos y cuando estaba por llamar, Renjun apareció.

Lucía terrible y su aroma era de todo menos té de jazmín y chocolate. Jaemin se levantó del sofá y fue hacia él, sin importar lo mal que oliera.