🐿️ Los Tres Cachorros

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Los pajarillos comenzaban a cantar, como todas las mañanas Hoseok abrió sus pequeños ojitos, comenzó a incorporarse estirando su cuerpo y acomodando ligeramente su nido, salió de su hogar colocándose en la rama del árbol para poder estirarse de mejor manera y agitar su cola para esponjarla más, observó desde las alturas la bonita mañana, parecía ser aún temprano, las mariposas volaban libres, los rayos de sol se colaban en los espacios de las hojas de los grandes árboles y pinos, dio un suspiro  relajándose por tan pacífico día, pero un extraño sonido llamó su atención, pensaba que venía de alguno de los otros árboles, pero no veía nada, así que comenzó a bajar del árbol por el gran tronco, y justo casi al llegar al suelo puedo ver el origen de aquellos sonidos, se asustó al principio pues, su naturaleza lo asía ser precavido, además de que se asustaba con facilidad, pero por alguna razón decidió armarse de un gran valor y caminar hasta eso que hacía sonido, poco a poco, con movimientos pausados repentinamente, movía su nariz tratando de olfatear, movía su esponjosa colita y entonces los miró, se trataba de tres cachorros, pero no cualquier cachorros, era un pequeño polluelo que apenas y podía mantenerse de pie, el otro era un pequeño conejo, apenas le crecía el pelaje y temblaba de frío, el último, pero el más grande de tamaño, un tigre.

- Como llegaron aquí?! - Dijo asustado, era imposible que ellos hubieran llegado por sus propios pies a ese lugar, eran un cachorros apenas.

- Grrr - Hacia sonidos el Tigre, con sus ojitos medio abiertos, se acercó más a los tres bebés y aún dudoso acaricio a cada uno, ellos se sintieron por un momento un poco apapachados y eso hizo que soltaran pequeños sonidos, la joven ardilla Hoseok sintió su corazón palpitar y la ternura de ver a esos pobres acurrucado uno con otro para mantenerse calientitos, su corazón era débil y no podía permitirse dejarlos ahí.

- Esto que estoy por hacer es una locura - Se dijo a sí mismo acariciando al bebé conejo.

- Pero no los dejaré solos, así que desde ahora yo los cuidare! - Pensó en donde sería un buen lugar para poderlos esconder de los peligros, como depredadores o algo así.

- Un árbol... No, ninguno puede trepar... Bueno, tal vez este tigrecito pero... No por ahora, uhmmm, una cueva? Si, una cueva estaría bien, pero una grande, debo ir a buscar. -  Antes de salir a buscar tapó a los cachorros con algunas ramas y los acurrucó juntos, salió deprisa a buscar una cueva, encontró algunas pero eran pequeñas, hasta que por fin encontró una muy grande, un tanto profunda y cálida, le gustaba, así que decidió impregnar un poco su aroma natural para que nadie más pudiera entrar, no podría cargarlos en su forma de ardilla así que tendría que recurrir a convertirse en un humano, solo para poder cargarlos, no le gustaba transformarse, pero sólo haría una pequeña excepción.

Volvió rápidamente a donde se encontraban los bebés y quito las ramas, respiro profundo y se convirtió en humano cargando en sus manos con extremo cuidado a los pequeños, los llevó hasta la cueva y los dejó acostados aún acurrucados, salió de nuevo para buscar ramas y hojas, subió hasta su pequeño hogar y sacó unas cuantas bellotas que tenía resguardadas, el día se le había ido en hacer un gran nido para que los 4 estuviera ahí, seguros y cálidos, esponjo más su cola y acostó al conejito en ella para mantenerlo aún más calientito, pero pronto los crujidos de los estómagos de los cachorros comenzaron a sonar.

- Oh... Me olvide de eso... - Miró a cada uno.

- Bueno, el único que no toma leche es este pequeñito - Dijo acariciando el poquito del polluelo, el cual aún seguía dormido.

- Pero ustedes dos si. AH! Ya se a quien pedirle leche! - Salió de la cueva asegurándose de que no hubiera depredadores cerca, después de todo él era solo una pequeña ardilla.

Corría por los árboles a toda velocidad hasta que por fin llegó a ese lugar, una manada de lobos, bajo hasta llegar a ellos, uno pensaría que lo atacarían pero la verdad es que Hobi siempre fue muy amigable y dulce con todos, incluso ellos lo llegaban a defender cuando lo veían ser perseguido por otros animales.

Papá ardilla (Yoonseok)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora