𝒯𝑜 𝐹𝒾𝓃𝒹 𝒰𝓈 𝒜𝑔𝒶𝒾𝓃 - Yoonmin.

06.

El avión aterrizó en Londres, y Daehyun sintió que el corazón le latía con fuerza mientras miraba por la ventana. El momento que había esperado desde que trazaron el plan estaba a punto de suceder. Pero ahora que estaba aquí, el nerviosismo lo invadía. 

¿Y si papá Jimin se daba cuenta de que no era Taeyang? 
¿Y si no lo quería igual?

Sacudió la cabeza, intentando despejar los malos pensamientos. No, Taeyang me dijo que todo estaría bien. Papá Jimin es amable y amoroso. No debo preocuparme.

Cuando finalmente salió del avión, buscó entre la multitud a la persona que venía a recogerlo. No tardó mucho en encontrarlo. Allí estaba Seokjin, tal como Taeyang lo había descrito y mostrado en fotos, alto, de sonrisa cálida y con una energía que irradiaba tranquilidad. 

Daehyun levantó una mano para llamar su atención. 

— ¡Tae! —exclamó Seokjin con una enorme sonrisa mientras se acercaba rápidamente. 

Daehyun rio al escuchar el apodo. Bueno, no parece haber sospechas hasta ahora. Se llenó de alegría al verlo. Aunque era la primera vez que lo conocía en persona, sentía un cariño especial por Seokjin debido a todo lo que su hermano le había contado. 

— ¡Jin! —exclamó emocionado, corriendo hacia él y abrazándolo con fuerza. 

El mayor correspondió al abrazo de inmediato. 

— Te extrañé mucho, Tae. —dijo Seokjin, separándose ligeramente para mirarlo a los ojos. 

— Yo también te extrañé. 

— ¡Oh, Dios mío! —exclamó Seokjin, observándolo con más detalle.— ¿Te perforaste las orejas? 

— Sí. ¿Te gustan? —respondió Daehyun, tratando de sonar casual. 

— ¡Te quedan fantásticos! —rio Seokjin, dándole una palmada en el hombro.— Ahora ven, dame esos cinco. 

Daehyun sonrió ampliamente, recordando las horas que había practicado para este momento. Levantó la mano, y ambos hicieron el saludo especial que Taeyang le había enseñado. Se sintió aliviado cuando lo completaron sin errores. 

— Eres un experto. —bromeó Seokjin.— Vamos, Tae, tu padre está emocionado por verte. 

Al escuchar esas palabras, Daehyun sintió un cosquilleo en el pecho. 

Salieron del aeropuerto y subieron al auto que los esperaba. Durante el trayecto, Daehyun no podía dejar de mirar por la ventana. Londres era hermoso, completamente diferente a Seúl. Todo le parecía fascinante: las calles, los edificios, los colores. 

El auto finalmente se detuvo frente a una casa blanca. Daehyun tragó saliva. Era hermosa, justo como la había descrito su hermano. Los nervios volvieron a golpearlo con fuerza. 

El chofer abrió la puerta. 

—Bienvenido a casa, joven Taeyang.

— Gracias. —murmuró Daehyun mientras tomaba su maleta. 

Seokjin se quedó conversando con el chofer, lo que le dio a Daehyun un momento a solas. Caminó hasta la puerta principal, deteniéndose un segundo para observarla. 

Vamos, Daehyun, puedes hacerlo. 

Abrió la puerta y quedó maravillado con el interior de la casa. Todo estaba impecable y elegante, con una gran escalera en el centro y decoraciones que parecían sacadas de una revista. En la sala encontró un letrero que decía.