Capítulo 11

4.4K 464 135
                                    

Lena comenzó esa semana a venir algunas noches, por lo menos dos veces por semana Larissa se quedaba a dormir en mi casa, Lena también lo hacía, las demás veces solo se quedaba un par de horas y luego se iba a la suya.

Durante las visitas de la niña me hice su amiga, ya la adoraba, su suave voz y la forma de ser. Contacte un abogado recomendado por mi editor y le explique mi caso, por consejo de él y Lena hice la denuncia en contra de Mike y hable con mi hijo sobre él. No le importo que ya no pudiera verlo, incluso dijo estar de acuerdo porque no le daba confianza.

Luego de eso Ale y Larissa escucharon, como yo, una conversación sobre seguridad de Lena, sobre que teníamos que hacer si veían a Mike y que debía hacer yo si regresaba.

Semanas después de eso, una noche Lena me sorprendió invitándome a salir a comer fuera, incluso su madre, una señora con voz alegre y más bajita que yo, cuidaría a los niños.

"Bien, ¿qué quieres comer?" me pregunto luego de instalarnos, sonreí.

"Porque no me sorprendes".

"Aun no te sorprendo" pregunto más cerca de mí.

"Bien, porque no me sorprendes aún más".

"Está bien" dijo luego de un rato y me reí al descubrir que estábamos en un restaurant de comida italiana.

Luego de servirnos disfrute de unos espagueti con nombre extraño pero muy buenos, Lena me hablo sobre su madre, que vivía a 30 minutos de su casa, le pregunte sobre su esposa y aunque dudo me contó sobre ella y como la había conocido.

Se habían conocido en la escuela de policías, ambas lo habían sido y luego de salir se habían casado, ella había muerto una noche mientras patrullaba, un chico le había disparado incluso antes de que ella se bajara del auto.

Luego del postre caminamos, Lena me guio por un parque que estaba cerca, donde se podían oler las diferentes flores. Disfrutamos de una agradable charla, de solo estar la una junto a la otra.

Sonreí en su auto de camino a casa. Que diferente eran las cosas, pensé, lo que recordaba de mi relación con el padre de Ale era algo tormentoso, platónico, casi obsesivo. Con Lena era algo más grande, maduro, tranquilizador, algo que no solo afectaba a mi cuerpo sino mi alma.

Detuvo el auto y bajó para abrirme la puerta, le sonreí.

Caminamos hacia la casa tomadas de la mano, al detenernos delante de la puerta, me hizo parar.

"Debo decir que no estamos en tu casa".

"Mm" dije, "¿dónde estamos?"

"A dos casas más allá, hacia la derecha" voltee mis ojos al saber dónde estábamos.

"Es tu casa" dije.

"Sí, le dije a mi madre que regresaríamos tarde, a eso de la una de la madrugada" arrugue mi frente, "son…exactamente las 9 y media".

"Ya veo, que vamos hacer durante estas horas" sonreí.

"Tenía varias ideas, mejor entremos y te las muestro".

Lena me guio hasta su sala y me beso.

"Tengo cierta fantasía contigo y mi sofá" comenzó a desnudarme y la imite, cuando sentí su piel contra la mía suspire.

Lena se sentó y yo sobre ella, a horcajadas, solo se detuvo para ponerse un condón. Nos besamos largo rato, como lo hacíamos cuando ella podía quedarse en mi casa toda la noche. Sus manos tomaron mis pechos para acariciar las puntas necesitadas.

"Mónteme cariño" dijo con voz ronca y lo hice.

Me levanté y la llevé dentro de mí. La sentí ampliar mis músculos para tomarla, su pene era grande, al tenerlo completamente jadee. Luego comencé a moverme, a empujar con mi cadera hacia ella y luego en contra, lento pero profundo. Lena volvió a besarme, a tirar de mis pezones. Me moví más rápido y Lena movió su boca a mis pechos, juntándolos como si quisiera tomar ambos a la vez, se dedicó a chupar cada punta, a morder con fuerza calculada y hacerme jadear. Volvió a besarme y detuvo mi movimiento con sus manos.

Aun dentro de la Oscuridad (SuperCorp)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora