Aun dentro de la Oscuridad (SuperCorp)

Capítulo 13

Ya un mes después de decirles a nuestros hijos que nos íbamos a casar, Lena y Larissa se quedaban casi todas las noches en mi casa, nuestra casa, ya que viviríamos allí. Había hablado con Larissa sobre su cuarto, lo que quería, también hablé con Lena sobre sus cosas y todo lo que movería. Por suerte la casa era lo suficiente mente grande para todos, yo solo puse una regla, que nunca movieran los muebles o cosas importantes, para evitar accidentes por mi parte, aceptaron sin problema.

La boda se realizaría dentro de una semana, en nuestro patio, algo privado y sencillo, con Larissa como madrina y Ale como padrino, idea de ellos por cierto que tuvimos que simplemente aceptar.

Suspiré contra el cuello de Lena cansada, me abrazo.

"Mucho trabajo" dijo.

"No, solo tu madre y Larissa que están tan emocionadas con la boda, que simplemente me dejan atrás, rogando por más energía".

Se rio suavemente.

"Y tú, ¿Cómo te sientes?"

"Ahora, solo quiero que llegue el día" suspire "pero vuélveme a preguntar cuando tenga más energía, te daré una mejor respuesta".

"Mm, y que has pensado sobre la luna de miel" guarde silencio.

Lena quería que pasáramos una semana solas cerca de la playa. La idea me había tomado desprevenida, jamás había estado tanto tiempo lejos de mi hijo.

"Sabes que mi madre los cuidara bien, ya adora a Ale" asentí.

"A él igual le gusta, nunca había tenido una abuela".

"Entonces" dijo.

"Está bien, hagámoslo".

"Si" dijo Lena moviendo un brazo, me reí "así voy a poder hacerte gritar tanto como quiera".

"Solo por eso quieres irte de viaje".

"Claro que no, también por las horas de hacer el amor sin interrupciones" voltee mis ojos pero sonreí, "ya que luego de la boda, los chicos van a querer que hagamos muchas cosas de familia, no tendremos tiempo libre".

"Entiendo el punto".

"Luego simplemente te hare gritar en esta habitación" moví mi mano por su vientre.

"Imagínate lo que pensaran nuestros hijos de mi si me oyen" me estremecí.

"Van a decir" dijo Lena "que sus madres son un matrimonio con una vida sexual activa y sana".

"No pensaran así cuando sean adolecentes" continúe más abajo hasta tomar su pene entre mis dedos, gimió.

"No me hables de eso, ni siquiera quiero imaginar a Larissa como adolecente" la acaricie lentamente y jadeo, "y no se supone que estas cansada".

"Cierto" dije sonriendo "solo estoy jugando".

"Entonces déjame también a mi jugar".

De un empujón me encontré en la cama con Lena bajo las sabanas y sobre mi, su cabeza entre mis piernas y su lengua acariciando mis labios, lleve mi mano a mi boca para acallar mis gemidos.

Como la escuche reír apreté mis piernas y me sujetó.

"Solo por eso te daré un castigo" dijo girándome en la cama, poniéndome de rodillas con la cabeza apoyada en el colchón.

Su castigo consistió en lamerme desde esa posición, completamente y sin reparos, solo que cada vez que estaba a punto de correrme se detenía. La tercera vez, luego de rogarle que me follara solo se rio pero me empujó hacia la cama. Aun dándole la espalda sentí su pene entre mi vagina, frotando levemente, luego empujo y su polla se metió entre mis labios, solo pasando a través de mi sin penetrar, creando una fricción.

Gemí cuando se alejó para volver a empujar, cuando yo apreté mi trasero y mis muslos Lena se quejó y aumento el ritmo, más rápido y más duro, luego se dejó caer hacia un lado arrastrándome con ella, sin perder la conexión y siguió moviéndose. Me queje por esto, era como una media caricia, algo que se sentía increíble pero que no me satisfacía, cuando quise mover mis manos para tocarme me detuvo y me sujetó contra ella.

"Lena" rogué.

"Qué quieres cariño" dijo contra mi oído, "dilo".

"Fóllame, hazlo, por favor" Lena mordió con suavidad mi hombro.

"Y si mejor hago esto" sus dedos tocaron mi clítoris y grite por la sorpresa del orgasmo.

Lena se corrió luego de eso, gimiendo contra mi oído. Me mantuvo entre sus brazos largo rato, sin moverse.

"Ahora yo estoy cansada" suspiro, cerré mis ojos y sonreí.

"Mira, ahora yo estoy llena de energía".

La sorprendí subiéndome sobre ella para montarla, solo se quejó un segundo pero luego me dejo hacer.
 
 
 
 
 
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