-No puedo creer que el profesor Slughorn me haya dejado tanta tarea... Ese profesor me detesta -Se quejó Lizz, poniendo su cara de mal humor.Estabamos en la torre de astronomía, como es costumbre.
Me contaba de que el profesor Slughorn le había dejado mucha tarea para mañana, y la verdad es que el profesor mismo me había afirmado que Lizzie no le agradaba mucho.
Iba a tener que hablar de eso con él.-Si, no le agradas... -afirmé, ganandome una mueca de su parte.
-Gracias? -Dijo ella, haciéndome sonreír.
-Puedo hacerla por ti... -susurre, ella volteó a verme.
Por Merlín... ¡Que patético soné!
-No hace falta, Thomas -me dió un codazo. -yo puedo hacerla sola. Gracias.
Guardamos silencio, podría decir que el silencio entre los dos era lo más relajante que podía pasarme. Pero me encanta escucharla hablar y opinar de hasta la más mínima e insignificante cosa.
(A partir de ahora les re recomiendo que lean está parte escuchando Perfect de Ed Sheeran, solo digo jajs)
-¿Crees que me veo bien sin lentes? -Preguntó de repente, haciendo que la mirase.
Me perdí en su rostro por unos minutos, apreciando sus pequeñas pecas, ese lunar al lado de su boca y... Sus ojos, esos ojos color pardo que en el día parecen verdes y en la noche no se notan ni con el brillo de la luna.
-Thomas -Llamó volviéndome a la realidad, pero quedando como un patético idota. -Te hice una pregunta.
-Te ves bien con o sin ellos. -Opiné apartando la mirada, tocando nerviosamente el piso con mis manos.
Guardó silencio, sonriendo.
-En realidad... Estoy usando lentes de contacto -dijo, haciendo que la volviera a mirar.
-¿Por qué? ¿Se te han roto los lentes? -pregunte curioso.
Metió su mano en el bolsillo izquierdo de su túnica y sacó sus característicos lentes cuadrados.
-Estan en perfectas condiciones... -los miró apenada. La miré a ella, estaba con una expresión melancólica. -Yo... Ya no quiero ser la fea con los lentes de la profesora de transformación.
Sonrió con tristeza, verla así hizo que algo se revolviera dentro de mi de una manera desagradable.
Me acomodé para verla mejor.
-Oye, no digas eso -Traté que me mirase, pero ella evitaba hacerlo. -Nunca... Nunca has sido fea, te me haces la chica más atractiva de éste colegio con estos lentes puestos.Ella rió, devolviéndome el alma al cuerpo.
-¿En serio? -dudó volviéndome a mirar, yo asentí regalándole una sonrisa. -¿Solo con los lentes?
Tragué saliva y me reí.
-Con y sin ellos eres... Linda.-¿Crees que llegué a gustarle a alguien? -Preguntó sonriente, yo relamí mis labios.
-a puesto a que sí. Muchos -Volví a mi antigua posición, y miré las estrellas, pensando en lo que me dijo.
«Gustar... Gustarle»
Ella suspiró y miró las estrellas al igual que yo.
Sentí como apoyó su cabeza en mi hombro, joder.-No tienes que cambiar para llegar a gustarle a las personas... Es mejor que les guste tu lado verdadero, y no el que quieras mostrar. -Hablé, ella rió.
Guardamos silencio.
-Igualmente estoy mejor sin los lentes... Ya no me duelen las orejas -Bormeó haciéndome reír.
[...]
-No seas estúpido, ya no estamos en primer año como para que te comportes así, Avery. Cómete tu sándwich de una vez... -Ordené.
Una vez más renegando con estos estúpidos que solo sirven para tragar y parlotear.
-Aquí lo tengo -Susurro Brown, colocando uno de los libros que le pedí de la biblioteca. -Fue difícil pero, Todo por mi señor.
-Perfecto -Dejé a un lado el libro que estaba leyendo anteriormente para agarrar éste.
Sentí como la mano de Brown acarició mi muslo con uno de sus dedos, la miré de reojo.
-Quita tus manos de encima mío, patética -Exclamé y ella obedeció.
-¿No cree que podriamos vernos esta noche mi señor? -Susurró en mi oído.
Y la ví, saliendo del comedor con sus libros en las manos.
No la había visto desde ayer que la dejé en su casa. Aparte a Brown de al lado mío y con un poco de prisa seguí a Lizzie.Al llegar a la salida la ví girar a un pasillo, antes de llegar a ella la ví...
Con ese chico Gryffindor.Hablaban muy abiertamente, él colocando descaradamente sus asquerosas manos encima de Lizzie.
Mi respiración se comenzó a descontrolar, tanto que apreté tan terriblemente mi diario, dejando mis uñas marcadas en él.
Pero la gota que rebalsó el vaso fue cuando Lizzie se acercó a darle un beso en la mejilla.
Salí de ahí rápidamente, con un sentimiento extraño y con un dolor de cabeza empezando a emerger.Me encontré en el camino a Brown, y sin pensarlo dos veces, agarré su mano y la llevé a un lugar a solas para simplemente comerle la boca y poder sacar este sentimiento de molestia.
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El color de tus ojos || Tom Riddle
FanfictionÉl estaba completamente encantado con ella, pero ella estaba completamente encantada con otro. ¿Cómo terminará todo esto? ¿Alguno de los dos saldrán lastimados? O quizás... ¿Los dos? ©Está historia está protegida con derechos de autor, no se acepta...