08|| si le haces algo...

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Caminaba por los pasillos de Hogwarts yendo para el patio exterior, saludando profesores, algunos fantasmas y uno que otro estudiante.

Una vez salí fuera del castillo lo primero que vi fue a Lizzie junto a Peter, demasiado juntos y dándose unos cuantos besos.
Linda vista para un corazón roto

Decidí simplemente volver adentro del castillo y estudiar simplemente en la biblioteca.
Me fui al fondo de la biblioteca para estar solo, coloqué mis cosas y me senté empezando a estudiar.

No lograba concentrarme, mi mente divagaba en la esperanza de que Lizzie se diera cuenta que él no la merece y que se fije finalmente en mí.

Quizás si tuviera un físico no tan delgado y fornido podría gustarle.
O quizás solo funcionaría si yo fuera Peter...

Una lágrima mancho mi pergamino, suspiré con enojo pensando en lo estúpido que era llorar en la biblioteca.

No puedo creer que llegué a este punto, compararme con un tipo cualquiera solo por Elizabeth, no es sano.
Quisiera tener a alguien con quien poder hablar de mis sentimientos, pero no puedo confiar en nadie más que en ella, pero ella es la que menos puede saber mis sentimientos.

—¿Estudiando para los próximos TIMOS, Riddle? —dijeron a mis espaldas, otra vez esta insoportable.

—No necesito estudiar eso Johnson, no soy torpe como otras personas —la ignore volviendo a escribir mis notas en mi pergamino. —¿A caso me sigues?

—Quisieras, Thomas —Suspira.

—¿Entonces que haces en esta sección? Que yo sepa no hay nada de lo que estemos estudiando aquí, Mérida. —Digo en tono burlón examinandola.

—Dejá de llamarme así, por si no sabes mi nombre es...

—Ya sé como te llamas, Johnson... —Respondí cerrando el libro que leía. —¿Para que me querías?.. o quieres...

Sentí su nerviosismo, sonreí.

—Hay reunión en la oficina del director... Todos los prefectos —Dijo ella, alejándose.

Suspiré, agarre mis cosas y me marché de ahí.

• • •

Estaba en clases de pociones junto a Gryffindor, Peter estaba parloteando con sus amigos, no los estaba prestando atención, hasta que una nota calló en mi pergamino. Volteé y Peter me sonreía.

Abrí la nota y leí lo que decía "Necesito hablar contigo después de la clase"
Lo miré Y rodeé los ojos.

Una vez finalizada la clase caminé rápidamente, no quería hablar con él.
Lamentablemente me alcanzó y me ví obligado a hablarle.

Estábamos caminando cerca del lago negro, todavía no me decía lo que quería.

—Ve al punto, Bennett... —Dije impaciente, él suspiró.

—Yo sé que eres el mejor amigo de Elizabeth... —Yo asentí. —Quiero pedirle que sea mi novia...

Por fuera estaba normal, pero por dentro quería golpearlo en la cara, lanzarle un Avada Kedavra y tirarlo a lo más profundo del lago negro.

—Ah —fue lo único que dije. —Bien por ti.

—Gracias, pero te quería pedir ayuda... ¿Que le gusta?

—¿Quieres ser su novio y no sabes que le gusta? —Dije indignado.

—Vamos...

Guardé silencio y suspiré, quizás si sea un buen chico y tenga buenas intenciones... Pero simplemente me molesta que no sepa que le gusta a ella.

—A ella le gustan las tartas de frambuesa y el té de frutilla, podrías hacerle una pequeña merienda en el patio de la esc...

—Pensaba en hacerlo en la torre de astronomía ya que muchas veces la pasamos ahí juntos, ¿que opinas? —Dijo.

Se me rompió un poco el corazón.
Suspiré y asentí.

—Claro, pero no es romántico ¿No?, Todo el mundo hace sus reuniones ahí, sería más íntimo en el patio exterior de Hogwarts dónde no suelen haber muchos alumnos... —Dije, él asintió.

Un silencio incómodo se interpuso entre nosotros.
—¿Y de regalo? —preguntó.

—No lo sé, Bennett... Yo no voy a ser su novio... —exclame molesto.

—Ya lo sé pero no quiero hacer una cagada ¿Ok? —Suspiró frustrado.

—Claro... ¿Que creerías que le gustaría? —Dije.

—No lo sé... Una caja de caramelos de regaliz y una pulsera con su nombre tallado... Suena perfec..

—Ella detesta los caramelos, y no suele usar pulseras porque se le hacen incómodas... —respondí seriamente.

Oh Elizabeth, enamorada de alguien que no te conoce lo suficiente.

—Puedes darle un anillo, suele usarlos mucho... Y también alguna carta o un origami, a ella le gusta mucho las cosas a mano... —digo dándome la vuelta sin despedirme...

Mi pecho subía y bajaba con desesperación, miraba a un punto fijo sin ver para dónde me dirigía, pensando miles y miles de cosas.

Duele estar enamorado de unos ojos que ni siquiera conocen los míos...

La tristeza invadía mi mente al saber que ella le diría si a toda costa, me duele.

Él no la conoce ni la ama como yo lo hago, ¿por qué?

Me quedé quieto, no podía dejar que ese estupido le pidiera ser su novia si no la conoce como yo.

Dí media vuelta y caminé rápidamente hacía él, él trago saliva y me miró nervioso.
Lo agarro del uniforme de una manera brusca y lo acerco a mí, y con enojo le digo...

—Elizabeth es la persona más importante en este mundo para mi, no voy a dejar que nada ni nadie la lastimé y el que se atreva a hacerlo se las va a ver conmigo sin importar si termino encerrado en Azkaban o expulsado del mundo mágico... —Escupí con violencia, sintiendo sus nervios.

—Oye esp...

—Corres con la suerte de estar con ella, te quiere, le gusta estar contigo, suspira cada vez que te ve, sabe todo de ti, le interesas, le gustas... Si llegas a romperle el corazón, hacerle daño, o lo que sea te juro que te mato cabrón... Te torturare a mi regalada gana y te mataré, ¿entendiste? —Él asintió rápidamente...

—S-si, señor... —Susurró cerrando fuertemente los ojos.

—¡Hey, ustedes! ¿Qué están haciendo? —Gritó un profesor a nuestras espaldas.

Lo solté de un empujón, la profesora de transformaciones nos miraba esperando una respuesta.

Antes de darme vuelta para mirarla arreglé la camisa de Peter, me dí vuelta y sonreí.

—No sucede nada, profesora... Solo hablabamos, ¿o no, Bennett? —Dije volteando a verlo.

—Si-Si... Solo hablabamos, profesora —Respondió distraído.

—Está bien... Adentro. —ordenó y nos fuimos.

El color de tus ojos || Tom RiddleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora