CAPÍTULO 37. SOLEDAD

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—¿Debo ir a terapia? -pregunté.

—Es lo mejor hija, -respondió mamá.

—No quiero, yo sé que Joel no murió, estoy segura que su padre lo esconde de mí, ese señor me odia.

Constantemente perdía el control de mis emociones, gritaba y golpeaba las cosas a mi alrededor, me frustraba que no me creyeran que él seguía vivo, necesitaba su apoyo para averiguar la verdad, pero no me ayudaban.

Mamá, dentro de su angustia por mis arranques de ira, me propuso un trato.

—Alexa, he estado pensando y realmente hay muchas incongruencias en este asunto de la muerte de Joel, quisiera proponerte algo.

—¿Qué sería?

—Prometo ayudarte a descubrir lo que pasa, si tú me prometes ir a terapia.

No estaba muy convencida pero acepté, de inmediato me hizo una cita con una doctora.

La verdad creí que esa primera sesión sería horrible, pero no, ella me dió confianza y me permitió desahogarme.

—Alexandra López, —dijo la recepcionista, -pase al consultorio por favor.

Mamá, se quedó en la sala de espera mientras tanto.

—Buenas tardes Alexandra, toma asiento por favor.

—Gracias.

—Cuéntame ¿Por qué decidiste venir?

—Mamá me obligó.

—Entiendo, ¿Crees que no necesitas terapia?

—No estoy segura, creen que estoy enloqueciendo a partir de la supuesta muerte de mi novio.

—¿Supuesta? ¿Tienes pruebas?

—No, pero nadie me ayuda a conseguirlas.

—Antes de iniciar tu búsqueda, debes estar emocionalmente sana, lo más que se pueda, por cómo se dió todo, no has tenido tiempo de sacar todo lo que te reprime, por eso, es que tienes esos arranques de ira y violencia.

—¿Qué debo hacer?

—Lo primero a abordar es permitirte la ventilación emocional, es decir, dar salida a esas emociones intensas y dolorosas. A veces necesitamos que nos escuchen, nos acompañen en nuestro dolor, que nos reconforte el apoyo de los demás, poder llorar junto a alguien, etc., son aspectos que nos irán permitiendo encaminarnos hacia la aceptación de lo ocurrido.

—La verdad es que me pasa que intento llorar pero como que no me sale, además, siento que todos me tienen lástima y no quisiera eso, tampoco estoy convencida de su muerte, creo que por eso tampoco soy capaz de llorar teniendo la sospecha que tengo.

—Es importante que cierres el episodio, sea que esté muerto o no, necesitas hacer un ritual de despedida, es importante ya que nos ayuda a poner en orden nuestro caos emocional, nos ayudan a sentirnos más en paz. Después de ésto, viene un proceso difícil de adaptación a nuestra vida sin la pareja. Es como si tuviéramos que construir de nuevo nuestro mundo, pero ésta vez solos, sin él o ella.

LOS CHICOS DE LOS QUE ME ENAMORÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora