CAPÍTULO 47. RENACER

51 2 0
                                    

Llegamos a nuestro lugar especial, lo miré, toqué su rostro, lo acaricié, quería ver que fuera real, tenía su cabello peinado hacia atrás, sus ojos marrones se iluminaban al mirarme, y recordé todo mi dolor, me lancé sobre él y empecé a golpearlo.

-¡Me debes una maldita explicación! -Le grité entre lágrimas.

-Lo sé, déjame hablar por favor.

Me tomó de las muñecas para evitar mis golpes, bajó lentamente mis brazos y me tomó entre los suyos.

-Todo fue obra de mi padre.

Lo sabía, ese maldito viejo tenía la culpa de todo.

-Desperté un día en una habitación, era enorme y estaba llena de equipos médicos. Todas las paredes eran blancas y el suelo brillante, aterrorizado descubrí que no podía moverme, estaba inválido, mi papá estaba con muchos especialistas a mi alrededor, me sometieron a varias cirugías, tuve dos años de terapia para poder volver a caminar como antes.

-Nunca te comunicaste, tu papá dijo que habías muerto.

-Lo sé, me tenía vigilado, después que pude volver a caminar intenté escapar muchas veces, pero me tenían preso en esa casa. Quería morirme, estar en una silla de ruedas, no sentirte cansado ni dolorido es horrible.

-¿Y cómo es que estás aquí?

-Papá murió en navidad, entonces el abogado tomó el control de todo y yo quedé libre, fue difícil que el diera conmigo, para él fue una sorpresa, también creía que yo estaba muerto, apenas hace 4 días logré salir de allí y me enteré de todo lo que estaba sucediendo.

-¿Tu enviaste el sobre?

-Si, mira, no te voy a pedir que te quedes conmigo, pero, si decidiste dejar a tu prometido en el altar por salir a mi encuentro, me da algo de esperanza.

Sacó de su chaqueta un boleto de avión.

-¿Aun tienes el tuyo?

-Si lo tengo.

-¿Te vas conmigo y dejamos todo atrás?

No lo dudé un segundo y dije que si, fuimos a mi casa, saqué el boleto, me cambié y dejé una nota junto.

"Lo siento, seguiré mi corazón, perdonenme"

Llegamos al aeropuerto y tomamos un vuelo a Londres, no llevábamos más que nuestros documentos personales y lo que teníamos puesto.

Desde ese día, han pasado ya 6 meses, hemos viajado por varias ciudades de Europa, eso sí, no hemos descuidado nuestros negocios.

Esporádicamente llamo a casa, papá es quien habla conmigo, mamá aún no me perdona.

Sé que lastimé a muchos, pero, nadie más que yo, sabe lo que sufrí y pasé, quiero ser feliz y no hubiera podido serlo sin Joel.

LOS CHICOS DE LOS QUE ME ENAMORÉDonde viven las historias. Descúbrelo ahora