El otro lado de la Luna [Vanitas No Carte]

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Al terminar de cenar y luego que la servidumbre levantará la mesa todos se despidieron para dirigirse a sus habitaciones, Oliver antes de acostarse se entró a bañar, por lo aprovecho ________ para colocarse su pijama y de paso maldecir a su querido hermano.

  —Estúpido Alejandro, le mandé una carta pidiendo una habitación aparte para Olivier.  -Suelta su cabello para mirarse en el espejo pocos minutos antes de ver salir a aquel hombre del baño, una toalla sobre su cabeza, un pijama de color índigo que relucia en el.
  —¿Ocurre algo ________? -Esta niega.- se ve que algo te esta molestado -se sienta a los pies de la cama mientras secaba su cabello.- Te oigo, tenemos toda la noche para charla si gustas. -se da vuelta para ocultar parte de su rostro detrás del respaldo de la silla.
  —¿No te molesta compartir la cama, una vez más? -Este niega, despreocupado.
  —Si se te hace incomodo, no tengo problema en dormir en una habitación aparté o en suelo.
  —No, es que.... creía, que capas pueda molestarte....
  —Ya has compartido cama junto a mi, así que no veo la incomodad. -Esta suspira y se levanta.
  —Es... es que.. una vez fue por culpa del alcohol, y la segunda, fue por que solo había una cama pequeña para dos.
  —Te recuerdo, de que yo me ofrecí a dormir en un sofá qué habia, pero me habías dicho que no te molestaba dormir conmigo. -le dije mientras la analizaba, desde sus ojos, para bajar a sus labios y de poco a su cuello, dándose cuenta de una pequeña sicatris en su clavículas, cuales eran muy sutiles, un escote cerrado cual la favorecía.
  —Olivier.... -Dice esta luego de notar que este no le prestaba atención.
  —Perdóname, me perdí en algo -Le dice para levantarse para dejar sobre el respaldo de la silla la toalla.—¿Quieres seguir charlando, o nos acostamos a descansar?
  —Mejor descansemos, no seríamos útiles mañana si no. -estos se miraron pocos minutos antes de meterse entre las sábanas, dándose la espalda mutuamente.
  —Buenas noches, que duermas bien _______.
  —Buenas noches, Mr cougar. -Se rie apenas para cerrar sus ojos esperando conciliar rápido el sueño.

  Al otro día en la mañana, Margarita fue a despertarlos, llamó a la puerta tres veces y al no recibir respuesta entró a la habitación para dirigirse a la venta, abriendo las cortinas, dándose la vuelta para ver a su hermana durmiendo abrazada a Olivier.