Llegó el domingo y entre las dos ex no se sabía cuál estaba más emocionada. Momo había decidido ayudar a Nayeon a vestirse y le dijo que usara algo normal, porque técnicamente era una salida nocturna con amigas. Esta vez fue al revés: Nayeon quería ir por la borda y Momo estaba tratando de disuadirla. Finalmente llegaron a un acuerdo: Nayeon usó jeans, que eran los favoritos de Jeongyeon, y luego un top blanco.
-Considerando que ya te ha visto hasta sin nada, no es demasiado extremo. Aprobado- dijo la japonesa.
Mientras tanto, Chaeyoung estaba ayudando a Jeongyeon.
-Esto es demasiado, ella me dio esto, Sana me dio esto, odia esto, este es su favorito, esto es demasiado sexy, esto es demasiado deportivo... ¿Qué me pongo?
Después de vaciar el armario, Jeongyeon se rindió. Se sentó en la cama y acercó a Chaeyoung. La más baja miró las diversas prendas y tomó un par de jeans que ella le había regalado y una camisa clásica.
-Ponte esto
-Gracias chae
Una vez que estuvo lista, Chaeyoung se fue y esperaba que las dos no cometieran ningún error. No sabía exactamente qué estaba bien y qué estaba mal, pero esperaba lo mejor para su mejor amiga y también para Nayeon, a pesar de que era una tonta.
Jeongyeon colocó dos cervezas en la mesa y prometió no forzar las cosas, ni en la amistad ni en ninguna otra cosa. Deberían estar cómodas y actuar normalmente. A las nueve en punto, Nayeon llamó. Era extraño encontrarse frente a la que había sido su casa durante dos años y encontrarse llamando a la puerta.
-Nayeon, lleváis un año juntas y ¿todavía tienes miedo de que no le gustas?
-¿Mmm no? Ese eres tú con Dahyun
-Entonces estás demasiado segura de ti misma. ¿Y si ya no le gustas?
Nayeon la miró fijamente. -Deja de decir tonterías.
-La estúpida de Jeongyeon está demasiado interesada en ti para mirar a otra
-Me gustas así
•
-¡Guau! ¡Has cocinado pizza! ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que la cocinaste?
-Cariño, la comimos el mes pasado
-¡Exactamente! ¡Un mes es demasiado!
Jeongyeon se rió del comportamiento de su novia y le pasó la pizza a su plato. Jeongyeon tomó un tenedor y un cuchillo y comenzó a cortarlo.
-Ya lo hemos hablado: si quieres estar conmigo, tienes que comerla con las manos- le dijo Nayeon.
-¡Lo sé! Es solo que me he acostumbrado
-Nueva vida, nuevos hábitos
-¿Cómo es ir a la universidad?
-Tuve que parar. Estoy demasiado ocupada con el trabajo
-¿Por qué no me dijiste?
-Porque sabía que estarías en contra
-¡Obviamente lo estoy!- Le gritaba Jeongyeon a la situación, no a Nayeon.
-Jeong, estoy abrumada con el trabajo
-¿No pudiste dejar ese trabajo de mi*rda?
-¿Y cómo pago la universidad? No vengo de una familia rica como la tuya
-Eres mi novia: mi familia también es tuya. Puedo pedirles a mis padres que te den un préstamo
-No. Está bien. ¿Podemos hablar de otra cosa?
-Aún no he encontrado el restaurante de mis sueños
-Lo encontraremos. Te lo prometo-Nayeon puso su mano sobre la de Jeongyeon. -Haremos realidad nuestro sueño- dijo mirándola a los ojos.
-¿Nuestro? ¿También quieres abrir el restaurante conmigo?- le preguntó Jeongyeon.
-Tu sueño es abrir el restaurante y el mio es verte feliz
Jeongyeon sonrió y apretó la mano de Nayeon aún más fuerte, haciendo que sus dedos se entrelazaran.
-Abriré un restaurante y lo llamaré "2Yeon"
-Cariño, ¿crees que es un buen nombre?
-La cocina debe ser buena y luego a mi me gusta
-Ya puedo escuchar a Momo criticando el nombre- se rió Nayeon. Separó su mano de la de Jeongyeon y siguió comiendo la pizza.
-Momo compró una plántula, la llamó "Dahyumo" y dice que es su hija y la de Dahyun. ¿Crees que yo soy la rara?
-Tienes razón
La velada transcurrió agradablemente para ambas. Se rieron y hablaron como siempre. Llegó el momento tan esperado por Nayeon: el de sentarse en el sofá y abrazarse, tal vez incluso intercambiando algunos besos de vez en cuando. Jeongyeon, sin embargo, le dijo que primero tenía que decirle algo.
-Nay, ya llevamos un año juntas y necesito preguntarte algo
Sacó una pequeña caja del bolsillo de su chaqueta y la puso sobre la mesa. Nayeon no podía creerlo. Solo había pasado un año y Jeongyeon estaba a punto de proponerle matrimonio. Por supuesto que habría aceptado. Amaba a Jeongyeon con todo su ser. Era cierto que no vivían juntas, que no se veían todos los días, que ambas estaban muy ocupadas y que aún no habían tenido un momento íntimo, pero Nayeon estaba locamente enamorada de esa chica.
-Nay, yo... Me gustaría que lo abrieras
Le dio la cajita azul. Nayeon lo abrió con entusiasmo y encontró una llave adentro.
-Es... La llave de mi casa...
Nayeon se echó a llorar. No porque prefiriera la propuesta de matrimonio. Ella se conmovió. Para Nayeon esa llave valía mil veces más que un anillo. Finalmente ganarse la confianza de Jeongyeon- ella no se la dio a nadie, a veces ni siquiera a Chaeyoung- era lo más importante para ella.
Jeongyeon abrió la puerta y encontró a su nueva, pero no así nueva, amiga frente a ella.
-Hola, ¿cómo estás?- preguntó él, dejándola entrar.
Cerró la puerta y Nayeon colocó su bolso en el sofá.
-Como siempre. Hay mucha gente en el bar y Momo convence a todos para que vengan a Ye
-Momo puede ser convincente
-Le está dando a todos un poco de pasta para promocionar el restaurante
-Apuesto a que fue idea de Mina
-Seguramente. Momo no pudo tener una idea tan brillante- dijo Nayeon y luego las dos se echaron a reír.
La de cabello negro sentó en el sofá y Jeongyeon se unió a ella.
-Entonces... ¿Cómo estás en el restaurante?
-Bueno. También tenemos una nueva camarera. Ella es muy bonita, su nombre es Tzuyu
-¿Tzuyu? ¿Es de aquí?
-De Taiwán
-Vaya. Tengo curiosidad por verla
-Es esa chica que me pidió que trabajara para mí cuando viniste al restaurante
-Ah. ¿La alta?
-Exactamente
-¿Como es?
-Puede hacerlo. Recuerda todos los pedidos de memoria. Me pregunto si es un robot
Nayeon se rió. Luego tomó un vaso de cerveza y se lo llevó a la boca. Todo iba bien.
¿Demasiado bien?
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YeonYeon|2YEON|ESP
FanfictionJust a picture in a whole album. • "Siento que la llama se ha apagado." •"Está mejor. Cada vez que llega a casa la veo sonreír. Teníais razón, fue solo una fase." • "Siempre te dije que tuvieras cuidado con él, porque siempre te miraba, incluso don...