YeonYeon|2YEON|ESP

02

-¡Jeongyeon es genial! Tiene una simpatía única- dijo Momo.

-Jeongyeon, Jeongyeon, Jeongyeon... ¿Será que te gusta?

-Ella es una cocinera fantástica pero somos demasiado parecidas

-¿Y?- preguntó Nayeon.

-Los iguales se repelen. ¿Sabes quién es linda? Una amiga mia de la universidad

-Sabes, me gustaría ayudar a Jeongyeon. Lo he estado pensando mucho estos días. Yo también extraño a mi abuela y le prometí que sería abogada, y sin embargo... Aquí estoy. Secretaria de un destacado empresario pero no cuento para nada

-Nay, te graduarás y serás una abogada perfecta.

-Podría intentar pedirle a Jungkook que haga de YeonYeon el suministro de la cafetera.

-Sería un lindo gesto. Jeongyeon lo agradecería mucho

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-Señor Jeon, gracias

-Si es para ayudar a una amiga suya y de verdad es tan buena, ¿por qué no? Me gusta mucho este croissant

-Le doy su numero

-Por supuesto

Nayeon le escribió a Momo y le pidió el número de Jeongyeon. La japonesa saltó a conclusiones y pensó que su mejor amiga lo quería para ella. Nayeon inmediatamente lo negó todo.

-Se lo envié- informó Nayeon a su jefe.

-La contactaré un día de estos. Puede irse ahora

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-Momo! ¡Tengo buenas noticias! ¡YeonYeon suministrará a Jeon Constructions! ¡No sé cómo es posible pero estoy tan feliz!- exclamó Jeongyeon.

La japonesa sonrió. -Es Nayeon

-¿Nayeon?

-Trabaja como secretaria de Jeon Jungkook y le hablo de ti

-¿De verdad? Tengo que agradecerle

-Invítala a cenar

-¿A cenar?

-A ella le gustar. Como cocinas tú, nadie cocina

Jeongyeon levantó su teléfono y miró vacilante el número de teléfono de Nayeon que le había pedido a Momo hace más de un mes. Le hubiera gustado conocer a esa chica pero pensó que no podía actuar sin pensar: no a todo el mundo le gustaban las chicas. Pero esa había resultado ser la oportunidad adecuada. Presionó el contacto de Nayeon y con cada timbre aumentaba el latido de su corazón.

-¿Hola?- respondió una voz al otro lado bastante nerviosa.

-Hola Nayeon, soy Jeongyeon. ¿Quizás debería llamar más tarde?

-No, no. Estoy muy ocupada, pero adelante, díme.

-Quería agradecerte por lo que hiciste por mi bar.

-No hay problema

-Para agradecerte, ¿te gustaría venir a cenar conmigo? Yo cocino

-Mh... Estoy muy ocupada. El domingo es el único día que debería tener libre.

-Domingo por la tarde entonces? ¿A las nueve? Yo te recogeré. Envíame tu dirección