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-¿Me estás diciendo que preferirías perder el restaurante que perder... Tu relación?- gritó Nayeon, casi regañándola.

Jeongyeon finalmente giró su mirada y se encontró con la de Nayeon. -¿Por qué no?

Esa conversación se había quedado grabada en la mente de Nayeon y no parecía querer dejarla. La chica no había podido dormir en toda la noche. Se sentía como una adolescente que se había peleado con su mejor amiga por alguna tontería. Fue a la universidad y trató de concentrarse. Tenía que graduarse. Tenía que hacer al menos una cosa buena en la vida. Sin embargo, cuando fue al bar, Momo notó de inmediato que algo andaba mal.

-Dime. ¿Pasó algo entre tú y Jeong?

-Dijo que prefería dejar el restaurante que perder... Yo, lo que teníamos

-Vaya. Esta es una señal de amor verdadero

-¿Crees que ahora debo decirle la verdad?

-Le mentiste porque sabes que ella quiere hacer las cosas sola. Todavía está pagando el restaurante, aunque a plazos. Después de lo que te dijo, creo que es hora de decirle la verdad

-¿Y cómo crees que reaccionará?

-No puedo predecirlo. No puedo decirte que todo estará bien. No puedo decirte que volverán a estar juntas. Ni siquiera puedo decirte que te odiará

-Tengo miedo, Momo

-Entonces no lo hagas. Pero... No dejes que el miedo supere tus emociones. ¿No has dicho siempre que no hay nada más grande que tu amor por ella?

-Es porque la amo que tengo miedo de perderla

-¿Puede ser peor que esto?

Momo no estaba del todo equivocada. Mientras la japonesa fue a servir en una mesa, Nayeon se quedó pensando en qué hacer. Tuvo que pedir consejo a otra persona para asegurarse de que estaba haciendo lo correcto.

-¿Nayeon?

-Hola Chae. ¿Hay Mina?

-Sí. Voy de compras ¿Quieres algo?

-No, gracias

-Entonces adiós

Nayeon fue a la habitación de Mina y Chaeyoung y llamó. La japonesa abrió pensando que su novia había olvidado algo pero se encontró frente a Nayeon.

-Tengo que pedirte un consejo

-Hola, pasa

Nayeon se acomodó en la cama de sus amigas y Mina se sentó a su lado.

-Me gustaría decirle a Jeongyeon la verdad

-Okay...

-Pero estoy asustada

-Decir la verdad es siempre lo correcto

-¿Y si me odiara?

-¿No es peor que crees que has hecho esa cosa? Al final, te perdonó de todos modos

-Me siento como una mi*rda. ¿Cómo pude meterme en un lío tan grande?

-¿Ves a dónde llevan las mentiras?

-Lo sé pero... ¿No habrías hecho lo mismo si hubieras sabido que Chaeyoung tiene un sueño?

-Hubiera encontrado otro método. Lo que has hecho es surrealista

-¿Cómo crees que debo decírselo? ¿Debería invitarla a algún lugar y decírselo? ¿Ir directo al grano? ¿Hacerlo más fácil de digerir?

-Por supuesto, no estoy diciendo que tienes que ser contundente, pero no te andes con rodeos. Creo que está bien invitarla

-No tengo casa

-Oh sí. Pídele que te vea en su casa

-Sí. Gracias

-¿Y con Sana? ¿Tienes noticias de ellas?

-Sana ya está coqueteando con otra chica y mi YeonYeon está mal por eso

-¿Por qué todos la hacen sufrir?

-Porque somos humanos desagradecidos, por eso

Nayeon le había pedido a Jeongyeon que se reunieran esa noche. La rubia le había dicho que terminaría a las once pero al cuervo no le importó. La personalmente recogió del trabajo y miró a Sana cuando abrazó a su ex. Que descaro...

-Nayeon, ¿tienes que decirme algo urgente?

Estaban en el estacionamiento del Ye. Ahora eran las únicas que quedaban. Nayeon respiró hondo y la miró a los ojos.

-Se trata de lo de Jungkook

Jeongyeon asumió una actitud fría. -Realmente no tengo ganas de hablar de eso

-Por favor escuchame. Es importante

-Está bien...

-¿Dónde empiezo? Desde el principio... Así que... Probablemente tienes mucho que decirme, pero exprésalo todo cuando termine de hablar. ¿Aceptar?

-Está bien- Jeongyeon estaba preocupada. ¿Qué otra cosa podría ser?

-Después de años por fin habías encontrado el restaurante que querías: grande, cerca de la ciudad, con jardín... Era perfecto y hasta podías pagarlo a plazos. Estabas tan feliz y no hiciste nada más que hablar de ello. Admito que al principio estaba un poco celosa pero luego me di cuenta que solo tenía que compartir tu felicidad porque tu sonrisa es lo más preciado que tengo. Luego cuando compraron el restaurante porque tenían más que ofrecer... Estabas tan triste y no podía soportar verte tan destrozada. Ha sido tu sueño durante años y no hay nada peor que la ilusión. Así que le pedí a mi jefe que construyera un restaurante. Elegí la zona, las dimensiones, el mobiliario... Armamos un gran equipo de arquitectos. Fue increíble cómo todos trabajaron para ti. Sin embargo, para hacerte feliz, tenía que pagar de alguna manera y, al no tener dinero, me dijo que quería acostarse conmigo...

-¿¡De qué car*jo estás hablando!?

-Por favor, déjame hablar. Estaba tan disgustada, horrorizada, me sentía tan culpable y una p*rra. Al final acepté solo para hacerte feliz, para hacer realidad tu sueño. Esto continuó durante tres meses. No hubo un día que no pensara en ti y no pude evitar sentirme como una mi*rda

-No mientas. ¿Por qué de repente estabas feliz?

-Porque después de menos de un mes había visto un viejo lugar transformado en un hermoso restaurante. Yo estaba sobre la luna. Aunque no podría decírtelo porque tienes esa manía de querer hacerlo todo tú sola. Así que contacté a una actriz que fingía ser empresaria

-¿Sana?

-Sana- Ella asintió. -Todo estaba bien pero luego le empezaste a gustar y me volví loca. Perdóname por todo esto. Solo quería hacerte feliz. Quería que tu sueño se hiciera realidad

-¡¿Qué coj*nes acabo de oír?! ¡Es una locura! ¿Arriesgaste nuestra relación para complacer mi estúpido capricho? ¿Te acostaste con un monstruo por esto? ¿¡Me hiciste llorar y sufrir solo para hacer realidad mi sueño!? Nayeon, ¿entiendes que mi sueño nunca estará completo sin ti?

Tengo que hacer las cosas con prisa porque si este libro se acaba no se que publicar

YeonYeon|2YEON|ESPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora