DESTINO [Kookmin]

CAPÍTULO III

—¿Qué te parece la oficina Jimin?

—Increíble, jamás había visto algo parecido —bueno, en algunos dramas sí, pero en la vida real no.

—Jajaja, ¿ves dramas?

—Por supuesto, ¿tú no?

—Claro que las veo, pero no me gusta terminar enamorada de todos los actores —hace un puchero y se echa a reír.

—Jajaja, lo sé, son tan guapos y sexys —suspiro.

—Jimin, perdona la pregunta, pero, ¿eres gay?

—Sí — digo sin vergüenza con una sonrisa.

—Guau, jamás imaginé que un chico tan atractivo como tú, gustara de los hombres, bueno pues ya somos dos —Nos reímos mientras salíamos del despacho.

Al cabo de un rato Ailee me había entregado las contraseñas que usaría para los correos, los datos del internet y el acceso a llamadas de larga distancia que ocuparía.

Después de 15 minutos acomodándome en mi escritorio, suena el teléfono y contesto:

—Despacho del abogado Jeon Jungkook.

Una agradable voz del otro lado de la línea me contesta:

-—Bienvenido al bufete Jimin, soy Jeon Jungkook, me enviaron tu currículum y quise saludarte en tu primer día, espero que Ailee te haya tratado bien y te haya mostrado las instalaciones.

—Mucho gusto abogado, Ailee ha sido muy amable y me ha mostrado todo lo que debía conocer.

—Me da gusto que se lleven bien, porque van a trabajar juntos de vez en cuando, yo regreso en 2 días a Seúl, nos vemos hasta entonces Jimin.

—Claro, buen viaje de regreso, lo veré pronto.

Una vez colgué la llamada, exhalé aire de los nervios que me provocó hablar con mi nuevo jefe, jamás esperé que se presentara de tal manera, fue muy amable de su parte darme la bienvenida en una llamada desde New York.

—Guau, me siento importante.

                             ◇◇◇◇

El día estaba por terminar y ya estaba recostado en la sala de la casa para dormir con blacky en mis piernas, Soobin ya estaba nockeado en nuestra cama por los efectos del alcohol, yo necesitaba descansar de sus ronquidos, por eso llevaba varios dias durmiendo en la sala, igual y parece que somos dos desconocidos, no platicamos de nada, ni siquiera comemos juntos porque él come en su trabajo, así que seguiré igual hasta que pueda salir de aquí con algo seguro.

                              ◇◇◇◇

6 MESES ATRÁS.....

Estoy acostado a un lado de mi novio, está intoxicado por el alcohol como cada noche, de repente siento un nudo en la garganta por verlo en ese estado, lo abrazo como si mi vida dependiera de ello, ese nudo se rompe y lloro como si nunca lo hubiera hecho, le suplico con dolor en mi corazón que deje de beber, él solo dice que no puede, mi llanto aumenta y me aferro más a su pecho para que mis gritos de dolor no sean escuchados, perdí la cuenta de las veces que lo supliqué. Le doy un beso lleno de amor, lo miro a los ojos deseándole buenas noches y me doy vuelta para intentar dormir. Una hora más tarde me despierta el sonido que emite cuando está por ahogarse con el contenido de su estómago inundado de alcohol, lo muevo enérgicamente para que despierte, le pido que vaya al baño a vomitar, me obedece y logro escuchar todo lo que sale de su boca, tal vez pensaba que nunca encontraría más alcohol en el mundo y por eso bebió tanto. Esto me está matando lentamente.

                           ◇◇◇◇

ACTUALIDAD...

Y se llegó el día, hoy por fin conoceré a mi jefe, Ailee me ha comentado que es guapísimo, alto, con grandes músculos y cabello negro, en pocas palabras un dios griego, que era muy reservado y solo se dedicaba a trabajar y viajar.

¿Qué tan guapo puede ser? Lindos los actores de los dramas, esos sí me sacan un suspiro. Recargo mi cabeza en mi mano derecha apoyada en el escritorio y me pierdo por un momento acordándome del último drama que ví donde la secretaria y su jefe se enamoraban, suspiro y continúo con el trabajo.

Paso mi mañana ayudándole a Ailee en unas traducciones que necesitaban otros abogados, luego fuimos a tomar el almuerzo y regresamos cada uno a sus lugares.

Una hora más tarde escucho una voz saludando a Ailee, volteo a ver de quien se trata y veo a un hombre sacado de un drama: alto, de cabello negro, largo y ondulado, un cuerpo con unos músculos que se marcan en su traje negro y un andar que me hace quedar boquiabierto. Cierro la boca al darme cuenta de ello y me levanto para saludar.