Luego de medio día de unas clases extremadamente aburridas donde lo único que hizo fue dormir o apreciar las bonitas reacciones de Zack cada que le pillaba viéndole finalmente era hora del almuerzo.
Feliz siguió a Dani y a su grupo a una mesa en el centro de la cafetería
Realmente estaba contento y no era para menos, después de todo estaba en la misma escuela que su princesa, encontró al lindo chico que tanto busco y dieron fresas como postre ¿Podría ser su día mejor?
Como si el universo le dijera "Lo haré diez veces mejor" su persona favorita (después de Dani y la madre de este) entró a la cafetería.
Se veía tan genial como la última vez que le había visto, incluso parecía un poco más guapo con aquel uniforme naranja o quizás solo eran ideas suyas, después de todo, el chico fue su primer amor, obviamente le iba a parecer guapo.
Sonrió mientras él y su amigo de orejas grandes pasaban por su lado sin tomar en cuenta nada más que al otro
- ¿Podemos ir a los juegos después de clases, Jace?
- Claro que sí pero debes prometer no romper nada, Vasco
- ¡Lo prometo! - con una radiante sonrisa el chico comenzó a decirle a quienes debían invitar.
Riendo un poco decidió meterse a la conversación
- ¿También estoy invitado a ir, Cangurito?
Vasco se detuvo por completo cuando escucho aquella voz, sintiendo que alucinaba e inmediatamente cuando escucho aquel singular apodo se giro, viendo directamente al chico que había hablado
¿Era realmente su Kai o estaba soñando?
- ¿K-kai?
Sonriendo el chico se levanto de la mesa, sabiendo a ciencia cierta que tenía la mirada de todo aquel presente en la cafetería sobre él - Hola, bonito
Para sorpresa de todos o bueno, todos menos Jace, Vasco se largo a llorar mientras corría a abrazar a aquel chico de cabello rojo
Correspondiendo gustoso su abrazo Kaizen dejo un suave beso en la frente del líder de los nudillos ardientes bajo la atenta mirada de un boxeador que luchaba internamente por entender que sentía.
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Después de que Vasco se tranquilizara y se sentara a comer junto a Kaizen comenzaron las preguntas de Daniel
- ¿Como conoces a Vasco, Kaizen?
Un escalofrío recorrio su cuerpo, su princesa jamás le llamaba por su nombre, siempre por algún apodo
Sentándose derecho y sintiendo a Vasco abrazar su brazo izquierdo respondió - Lo conocí hace algunos años, cuando me quede en Seúl por unos meses
- ¿Cuando te enamoraste de ese chico al que le gustaban los perros?
Tosiendo sorprendido Kaizen desvío su mirada a Zack que le veía fijamente, como un conejito enojado, algo que se le hizo tierno. - Hablemos de otra cosa, por favor
No podía parar de ver a Zack, quien desvió la vista cuando sus ojos se cruzaron
- ¿Ya encontraste a aquel "chico lindo del baño"?
Fue el turno de Zack de toser sorprendido, mientras Kai sonreía
- Si, y él se ve bastante lindo, parece un tierno conejito cada vez que cruzamos miradas - hecho un vistazo a Zack y Vasco quienes le miraban atentamente- pero no deberíamos hablar sobre eso ahora.
Daniel asintio, dando paso a que sus amigos le hagan preguntas.
- Kaizen, se que no nos conocemos pero tengo una pregunta importante que hacerte ¿puedo?
Hablo Zoe, bastante seria, haciendo que el chico frinciera el ceño ¿Cual seria su pregunta?
- Dime Kai, y claro, pregunta lo que quieras- tomo un sorbo de agua mientras esperaba atento a que la chica hablara
- ¿Eres furro, Kai?
Se ahogo con el agua, asustando a Vasco que golpeó su espalda con algo de fuerza (sintió un par de huesos crujir) cuando se recupero diciéndole al tatuado que ya estaba bien respondió la pregunta de la chica
- ¿Que me guste el abuelo de Legoshi me hace furro?
Levanto una ceja y el silencio inundo la mesa hasta que Daniel estallo en risas, diciendo que a Kai le gustaban viejos y mortales (algo que no era mentira del todo mentira)
