Kaizen camino todo el trayecto hacia el comedor con Zack en su espalda, quien estaba demasiado atento en jugar con el cabello del pelirrojo como para fijarse en las miradas y susurros sobre ambos.
Con una sonrisa siguió su camino hasta llegar a la mesa donde se encontraban sus amigos
Zack se bajo con un salto y se sentó a comer la bandeja que le ofrecía Mira mientras Zoe le daba de mala gana algo de dinero a Daniel quien le sonreía con burla, Jiho comía con normalidad y Jay miraba con una casi imperceptible sonrisa a Daniel.
Tenía la intención de sentarse junto a Zack hasta que Vasco se acercó corriendo hacia él.
- ¿Puedes llevarme en tu espalda a mi también, Kai? - Su vista se desvío de Vasco a Zack, quien lo miraba con el ceño fruncido
- No puedo hacerlo, Vasco
- ¿Por qué? - Pregunto con una expresión triste, casi rompiendo el corazón de Kaizen.
- Sabes que me gustan mucho los conejos ¿verdad? - Recibió un asentimiento - Tengo un conejito, muy tierno, le gusta que lo lleve en mi espalda pero seguramente se enojaria si llevo a otros
- Pero llevaste a Zack ¿No se enojara?
- No creo, Zack lo conoce bastante bien y le pidió permiso para hacerlo - Tomo el hombro del pelinegro mientras le sonreía- ¿Verdad, Zack?
- Si, es verdad - respondió con una sonrisa casi burlona - Kai solo puede llevarme a mí.
Vasco se fue algo triste pero por lo menos no lloraba.
Ahira si se sentó junto a Zack recibiendo hambriento la bandeja que le habían guardado a él mientras conversaba con Zoe.
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Iba camino a casa junto a Daniel (a quien había convencido de irse a vivir junto a él) mientras este le hacia todo tipo de preguntas sobre lo que había pasado con Zack
Respondiendo a cada una de sus preguntas sin dar muchos detalles porqué aparentemente Daniel no quería escuchar sobre como Zack se aferraba a él desesperado por besarle.
Terminaron de hablar de su pequeña historia con Zack y siguieron caminando a casa en un cómodo silencio, hasta que cuando estaban a punto de llegar Daniel habló de nuevo
- Kai, me gusta verte feliz
Daniel sonrio mientras pasaba un brazo por los hombros de su hermano, porque si, quizás no compartían sangre ni nada de eso pero lo amaba como si lo hicieran.
- Siempre que estoy cerca de ti estoy feliz, princesa
Kai dejo un beso en su frente mientras abría la puerta frente a ellos.
- Nunca me contaste por que me dices princesa
Hizo un pequeño puchero mientras se adentraba a la bonita casa que compartían.
- Por qué yo soy tu caballero de brillante armadura
Hizo una ridícula pose heroica haciéndole reír a carcajadas.
Kaizen era su único amigo antes de tener el cuerpo perfecto y realmente le agradecía por estar junto a él en cada situación a pesar de lo imbecil que era aveces
Pero bueno, la realidad era que si Daniel se mantenía de pie apesar de lo mierda que vivió (y vive) con su primer cuerpo era por Kaizen.
Y si Kaizen no le hacia compañía a su hermano mayor (a pesar de tener mil oportunidades para hacerlo) era por Daniel.
Ambos eran el pilar del otro, literalmente el mundo podría estar acabarse pero si estaban juntos aceptarían la muerte como a una vieja amiga.
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Daniel le obligó a cantar y bailar la mayoría de las canciones existentes de Twiceantes de que ambos fueran a trabajar, claro, por que él tenia dos cuerpos y no se cansaba pero Kaizen sí y estaba realmente agotado pero se obligó a seguir atendiendo clientes y rechazar invitaciones para salir de algunas chicas.
Trabajaba en el mismo minimarket que su princesa, asi qué podían pasar más tiempo juntos y eso lo hacía bastante feliz.
Vio con una sonrisa como Daniel comenzó a hacer flexiones frente al mostrador de la tienda y fue a buscar un poco de agua para ofrecerle antes de terminar su turno.
Escucho un ruido y se apresuró a ir al frente, solo para ver a Daniel en el suelo y a una chica mirándole con una sonrisa mientras le decía que siguiera así.
Se acercó a su amigo para avisarle que ya se iría y se sorprendió al ver la mala mirada que la chica le dirigía.
Siguió su camino hacia la calle solo para ver un auto extremadamente familiar estacionado frente al minimarket, encongiendose de hombros se puso la capucha de su chaqueta mientras seguía su camino
- ¿Kai?
Escucho una voz familiar pero no respondió ni se giro, pensando en que clase de criatura podría llamarle, porque era mucho más posible que fuera un ser queriendo adueñarse de su alma a que fuera esa persona.
Detuvo su caminata al sentir que le tomaban del hombro, con la guardia en alto se giro listo para golpear al extraño ser.
Solo para darse cuenta de que su jodido ex estaba justo frente a él viéndole atraves de aquellos molestos lentes de sol.
Y Kai solo pudo preguntarse ¿Que quiere el loco bastardo que usa gafas de sol en la noche?
