Capitulo Doce: Boggart.

194 19 5
                                    

Delphie

Llevaba más de una buscando a mi prima. Fui a todos los lugares donde ella estaría pero no la encontraba. Incluso fui hasta la enfermería pensando que ella estaría allí. Pero no.

Para mi suerte ya se estaba haciendo de noche, pronto los prefectos me encontrarían. Aunque no les haría caso. Cuando las velas de los pasillos comenzaron a escasear no me quedo otra forma que usar mi varita. No me iría a dormir hasta que Coraline este conmigo.

En toda la tarde no logre verla. Solo en Defensas contra las artes oscuras donde aprendimos como criaturas como hombres lobos y Boggarts.

A cada paso que daba susurraba un pequeño "Coco" para que me escuchara. Los cuadros vivos que decoraban los pasillos se molestaban ya que interrumpía su sueño con la luz de mi varita.

Otra luz al final del pasillo me obligo a apagar la mía y ocultarme tras una columna. La luz cada vez estaba más cerca. Era seguro que los prefectos me castigarían por esto. Miles de cosas pasaban por mi cabeza. Estas mismas se fueron cuando voces hicieron coro por el pasillo oscuro.

—Qué raro...

Fred.

— ¿Estará roto?

George.

No sabía porque estaba pensando en lo que estaba pensando pero talvez los gemelos podrían ayudarme a buscarla. Lentamente salí de mi escondite y prendí mi varita con un movimiento.

Ambos chicos me miraron sin sorprenderse como si ya lo supieran. En las manos de Fred había un papel grande y viejo pero no le preste atención.

Mordí mi lengua antes de hablar.

—Necesito su ayuda.

Los pelirrojos se miraron y contuvieron su risa. Si encontrábamos a Coraline la mataría yo misma.

— ¿Escuche bien?

—Creo que si hermano.

Bufe girando los ojos.

—Basta, esto es serio. —Fred fue el primero en dejar de reír un poco. —No encuentro a Coco. No la he visto desde hoy al medio día. Ha faltado a casi todas las clases. Ella nunca hace eso.

Los hermanos se vieron entre si y extendieron el pergamino en sus manos. Trate de acercarme pero Fred hablo.

—Tu no. —Dijo seco, fruncí el ceño. Mire a George quien solo levanto los hombros. — ¿Qué hace ahí?

—Esta quieta, no se mueve. —Anuncio George.

— ¿Qué? ¿Dónde está? —Pregunte algo desesperada por más información.

—Está en el séptimo piso. —Acerco la varita al pergamino. —Creo que es algún tipo de armario.

— ¿Cómo saben eso? —Pregunte pero fui ignorada. Le jale el brazo a George para que me dejara ver.

—Lo siento. —Fred comenzó a caminar. Ambos lo seguimos.

Subimos escaleras hasta que Fred comenzó a doblar en esquinas. Mientras tanto George y yo iluminábamos el camino.

Un grito que conocía bien provoco que mi piel se erizara de miedo.

En un momento Fred guardo el pergamino y abrió con rapidez una puerta pequeña de madera.

La primera en entrar fui yo para iluminar el armario.

Se escuchaban pequeños sollozos y pequeños gritos, estos eran acompañados de susurros que no lograba entender.

All For Love || Fred y George Weasley ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora