Capítulo 3

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La cogí de la mano y la medio arrastré por toda la casa hasta que llegué a una habitación. Con cama. La tumbé en ella y recorrí todo su cuerpo desde sus labios y mejillas hasta sus shorts con besos y caricias. Imité eso repetidas veces mientras ella gemía. Tras eso desabroché el botón de sus shorts y se los quité con tranquilidad, una tranquilidad que no tenía, pues estaba ansioso de verla sin nada, pero quería que confiara en mi y que estuviera a gusto conmigo, que no se asustase.

-Te prometo que te gustará -dije con mi voz más ronca de lo normal. Esta chica estaba causandome estragos.

Empecé a tocar su íntimidad aún por debajo de la fina tela de sus bragas mientras con mi boca mordia uno de sus pezones. Ella llevó la mano a mi boxer y empezó a acariciar mi miembro.

-Ah... ____... -guemí al sentir su mano sobre mi miembro, ella rió.Traviesa.

Con un ágil movimiento me deshice de sus bragas y pude contemplar su humedo centro.

-Me encanta -le susurré al oido, un escalofrío pareció recorrer su cuerpo y cerro los ojos con miedo- Ey, tranquila -dije acariciando su mejilla.

-Tengo miedo...

-No tengas miedo, seré muy cuidadoso ¿Sí? -ella asintió

Me quite el boxer y la mire a los ojos. Nuevamente se mordía el labio y la verdad, era una imagen que me gustaba.

Me puse el condón y aproximé mi miembro hacia su virgen entrada y lo empecé a meter lentamente en ella. Su reacción fue inmediata, se aferro más a mi y sus manos rasguñaban mi espalda y extrañamente no me molestaba.

-¡Ah Jimin! ¡Me duele! -dijo ella mientras las lágrimas recorrían sus mejillas- No puedo Jimin no puedo.

Mi cuerpo estaba en el cielo, mientras en suyo sufría, me sentí mal.

-Sí puedes -dije acariciando su mejilla- Todos los seres humanos pueden, todos los animales, todos, así que tu también

-P-Pero...

-¿Pero?

-Es muy grande -no pude evitar reir levemente

-Puede, pero cuando entre completamente en ti dejare que te acostumbres antes de empezar a moverme y cuando eso pase, te sentiras muy bien

Habiendo dicho esto entre completamente e ella. Ya, ni uno ni otro era virgen. Ella se quedó callada mirando hacia abajo, hacia el punto donde nos uníamos. Me aproximé a sus labios para besarla, a ella le pilló desprevenida pero no tardó mucho en corresponderme.

Comencé a moverme lentamente y el placer que me invadía se hacia mas fuerte, ella gemía con cada una de mis estocadas. Estaba apretada, y mucho.

-¿Te.... gusta? -pregunté quizá con curiosidad.

-Mu...Aahh...Cho -dijo ella.

Yo sonreí y aumente el ritmo de las embestidas. Nuestros gemidos se hicieron mas fuertes e inundaron la sala, quien sabe si a los vecinos les habrán llegado nuestras voces.

Quería más, quería llegar más adentro, al fondo, hasta el fondo de ella, cogí una de sus piernas y la eleve y empecé a embestirla más violentamente. Se podía escuchar como nuestros cuerpos chocaban.

-¡Ah Jimin! No...Ahh... No aguantaré mucho mas...

-Esperame -pedí

Seguí embistiendola con la misma violecia hasta que senti como el orgasmo venia a mi.

-Ahora -dije casi gritando.

Y ambos nos corrimos a la vez. Saqué mi miembro de ella para quitarle el condón tras eso lo lance a lo lejos, me tumbe junto a ella y la atraje a mi cuerpo con un fuerte abrazo.

-Te dije que te gustaría... -dije burlonamente.

-Y-Yo... He tenido mi primera vez con un alumno... -dijo ella cerrando los ojos y poniendo una cara de frustración, cogí sus manos y las apreté levemente ella me miro extrañada

-Y yo la he tenido con mi profesora de biología -le di un beso en la frente.

Ella comenzó a reírse falsamente.

-Debo estar soñando

Yo también. Pensé. Un sueño... Hecho realidad...

Enseñando a mi profesora - Jimin y tú - LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora