Capítulo 7

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La bellota rodó hasta los pies de la chica, que se encontraba mirando a la nada sentada en un banco. El pequeño animal, se acercó para recuperar su preciado tesoro, tras eso, miró a la joven con curiosidad, no se parecía a los demás humanos que se hubiera encontrado. Normalmente todos ellos aparecían acompañados, con grandes sonrisas, haciendo estruendosos ruidos, pero ella lucía triste y apagada.

Así que, curioso, el pequeño ser, tras meterse la bellota en la boca, trepó por las patas del banco hasta llegar al asiento. De manera más cautelosa, se fue acercando a la joven. Escuchaba sus sollozos y por instinto posó una de sus pequeñas manos en la pierna de la chica, ésta miró al pequeño animal para luego embozar una pequeña sonrisa acompañada de una risa triste.

Y es que, la pelea con Jimin, le había dolido mucho más de lo que en un principio había parecido. Le recordaba a su infancia, a cuando sus padres aún estaban juntos, a aquella época que llenó de promesas absurdas que cumplió durante toda su vida.

Acarició cuidadosamente al animal, con tanta ternura que la ardilla cogió confianza en seguida con ella y se subió a sus piernas tumbándose en éstas. Aquel pequeño animal le estaba causando tanta alegría.

En su juventud, ____ había visto a sus padres pelear en muchas ocasiones. Y no eran peleas flojas, no, eran peleas que duraban semanas, en las que sus padres no se hablaban de otra forma que a gritos e insultos.

Aún recordaba cuando su padre llamó ignorante a su madre. En aquel momento, ella juró informarse de todo un poco, desde ahí, su pasión habían sido los libros. De hecho tenía un gran estante lleno de éstos en casa y una caja donde guardaba los que más recuerdos traían.

También recordaba cuando su padre llamó a su madre gorda. Tras eso, ella se prometió a si misma que siempre cuidaría su figura. Y a día de hoy, seguía sometida a estrictas dietas que no le dejaban probar ningún tipo de dulce.

Otro de los insultos que recordaba es cuando su padre llamó a su madre maleducada. Ahí fue cuando juró que durante toda su vida, sería una señorita y jamás perdería la compostura.

Pero el peor de todos, el que más le estaba torturando en ese momento, era cuando su padre llamó a su madre zorra. Porque ella prometió muchas cosas en aquella ocasión: no ser fácil, no hacerlo con nadie hasta la boda y tener un horario riguroso con su esposo para el coito.

Quizás pareciera que estas promesas carecían de sentido, pero cuando ella las hizo cuando tenía siete años, eran lo que le ayudaba a evadirse de la realidad en la que se encontraba. Y durante todo ese tiempo, todas ellas guardaron un severo trauma que ella no quiso mostrar, pero conocía a la perfección.

En ese momento, mientras _____ miraba a la ardilla que había caído en los brazos de Morfeo cómoda en su regazo, se le pasaba por la cabeza, la absurda manera en la que el viento se había llevado todas sus palabras a pesar de ella haberlas retenido durante años. Había sido ignorante  a la hora de mantener relaciones, había perdido los nervios al enfadarse con Jimin y mucho peor, lo había hecho con una persona que lejos de ir a casarse, seguramente nunca serían nada.

-Que feliz debes ser tú, pequeña. -Murmuró acariciando al animal.

Jimin ni siquiera había ido a buscarla, ni siquiera se había preocupado por ella. Jimin tan solo era un adolescente que ansiaba vivir la vida, algo que ____ nunca había hecho, por estar tan restringida.

En aquellos momentos en los que ____ lamentaba toda su existencia, el se encontraba de atracción en atracción con su mejor amigo, quien empezaba a sentirse más cómodo sin la compañía de aquella dama tan "finolis".

-¡Vaya, esa montaña rusa ha sido simplemente la bomba! -Comentó Jimin eufórico mientras colocaba su mano en su pecho. Sentía que su corazón saldría de su sitio, había sentido tanta adrenalina como terror.- Deberíamos venir aquí más a menudo.

-Y que lo digas. -Añadió con simpleza TaeHyung, quien por tantas vueltas había perdido la noción del equilibrio. Cosa que hizo reír a ambos adolescentes.- ¡A ver si la próxima vez nos lo pasamos bien desde el principio y no invitamos a una señorita Rottermeier sabelotodo! -Añadió el joven, frustrado ante los anteriores sucesos.

-Ya, ya, TaeHyung, lo siento. No esperaba que ella fuese así. Tiene un aspecto tan juvenil y un comportamiento tan anticuado. Realmente me dejé engañar. -Contestó de forma ilusa el chico.

Ambos estaban ya a punto de irse, y no porque quisieran sino porque habían dejado prácticamente vacías sus carteras.

Ya subidos en el coche y algo más tranquilos, arrancaron y olvidándose de la chica por completo fueron a sus casas, sin chispa de remordimiento.

Cuando la noche cayó, ____ no pudo evitar sentirse sorprendida de que sus alumnos no hubieran acudido a su encuentro. Ella tenía claro que ambos estaban más que enfadados pero, le parecía casi imposible que la hubieran dejado ahí tirada. Es decir, el parque de atracciones estaba muy lejos de su casa, ellos la habían traído en su coche... Si se hubieran ido, significaría, que no le quedaría más remedio que pasar una noche a la intemperie. 

Cogió a la ardilla con cuidado de no lastimarla y comenzó a andar por todo el parque, ahora abandonado. En un rincón de su alma, seguía manteniendo la esperanza de que los chicos estuviesen buscándola con tanto esmero como ella lo hacía con ellos.

Pero las horas pasaron, le dolían los pies de tanto caminar, y no le quedó otra que rendirse. La habían abandonado, por lo que entre sollozos se vio obligada a volver a aquel banco, en el que se tumbó y cerró los ojos esperando que al despertar, todo hubiera sido un sueño. O mejor dicho, una pesadilla.

Mientras la joven luchaba por no morir de frío, Jimin se tumbó en su cálida cama y se tapó hasta con el edredón. Él estaba seguro de que era una de las noches más frías del año.

Se cuestionaba el cómo había podido ser tan idiota, es decir, qué clase de alumno lo haría con una profesora, qué clase de alumno en su sano juicio siquiera pensaría que una profesora era interesante. Por favor, había conocido a decenas de profesores a lo largo de su vida y jamás había escuchado siquiera de un educador interesante. ¿Por qué ____ iba a ser diferente?

Y es que el joven, para su avanzada edad, seguía creyendo que los profesores no tenían vida social después de las horas de clase.

Jimin tenía claro, que cuando mañana, viera a su profesora de biología en clase, se acercaría a ella y le dejaría las cosas claras. 

Lo siento, confundí mis sentimientos por un momento, pero he de afirmar que mi corazón no puede sentir nada por ti, dado que, eres muy mayor y madura y yo aún tengo mucho por vivir, así que, sintiéndolo mucho, te pido que terminemos esta relación que siquiera hemos comenzado a tener. Perdóname, de verdad por haberte llevado conmigo en mi lío emocional. Espero que ésto no afecte negativamente a mis notas.

Sí, su discurso era de lo más perfecto. 

Mañana se lo diría.

En clase, cuando llevase esa absurda bata blanca que le impedía mancharse de tiza a la muy quisquillosa. Cuando no llevase unos shorts. Sí, ese sería el momento, porque desde luego jamás se lo habría dicho vestida tan juvenil como iba en aquel parque de atracciones.

Si la hubiera visto antes de irnos, habría confundido mis sentimientos, por ello... ¡Mierda!

En ese momento, Jimin cayó en que, había dejado tirada a su profesora en el parque de atracciones.

Enseñando a mi profesora - Jimin y tú - LemonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora