Prólogo

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—No...No puedo, lo siento —se lamentó con profundo dolor en su corazón— Realmente lo siento. Pero no hay forma de que esto termine bien

—No te preocupes, tal vez debería ser así— afirmó con aflicción el armadillo — Tal vez...siempre debió ser así

Acto seguido, el armadillo decidió marcharse del lugar. Él siempre supo que su amor sería constantemente criticado por la rareza y peculiaridad que poseía cada mascota, a su vez de las mentalidades de sus países, en especial el de La'eeb.

إن سمح الله





Si Alá lo permite (Fuleco x La'eeb)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora