3.- Explorar algo nuevo

262 14 18
                                    

Tras la pequeña reunión que hubo en la cantina, todos se hallaban exhaustos. Incluido el león, quien a pesar de no haber consumido demasiado ya no tenía la energía que tenía cuando debutó en su primer mundial.

A pesar de ello, debía cumplir su rol como líder de todas las mascotas y su misión era mostrarle al joven todo lo que le deparaba el mascot verse. Esto acompañado de Gauchito, pues se había auto invitado con la excusa de ayudarlo en todo el recorrido y de paso comprar unas piezas de confitería para él y sus amigos.

— Fuaaa, se quedó re crudo. Ese ya no se levantá — Yo digo que ya nos vayamos

— Todavía no podemos irnos, Gauchito. Tengo que darle el recorrido completo del mascot verse y de las indicaciones que debe tomar para que todo salga bien en su mundial

— ¡Pero Pangaré! Gasparín tiene poderes mágicos ¡Se las arreglará! ¡Mirá que ya se está haciendo tarde! ¡Ya se van acabar las facturas! — replicó Gauchito, quien estaba apuntando al león con su dedo — ¡Y vos prometiste comprarme!

— No te he prometido nada, yo estaba a punto de marcharme y decidiste colarte con la excusa de que me invitarías — trató de hacerle recordar — Esto te servirá como lección de que debes de traer tu propio dinero

— ¡Vos no me podés decir tal cosa! ¿Has visto la economía de mi país? ¡Está del orto! — replicó el pequeño —  Y ya le prometí al gordo, al naranjo y al lobo que les invitaría, andá, prometo que será la última vez que me comprés algo

— Voy a pensarlo

El chiquillo dió una sonrisa triunfal. Siempre obtenía lo que quería, en especial si se trataba de obligar a Willie de comprarle algún capricho suyo.

-----

El kefia acaba de levantarse recientemente, aunque seguía recostado pacíficamente en la cama de su departamento asignado. Tuvo una noche pesada, no llegó a desenredar las hileras de las ideas y de los temores que atentaban contra la moralidad que le había sido impuesta desde el día de su creación.

Él no podía pensar en lo positivo de recibir un halago por parte de un hombre, mucho menos sentirse dichoso por ello.

¿Que diría su país si supieran sobre eso? ¿Que diría el mundo? ¿Que diría Alá?

Sin embargo, todo fue interrumpido por los estruendosos golpes que sacudían violentamente su entrada.

— ¡Levantate toallín! ¡Que por cada minuto que pasá Willie se hacé más viejo!

El qatarí abrió torpemente la puerta ante su propio sueño que no había sido conciliado.

— Gauchito. Willie. Que agradable sorpresa

— Buenos días, La'eeb, espero hayas tenido un gran inicio en tu mañana — saludó cordialmente — Comprendo si has tenido una noche algo agitada por la salida del bar y deseas descansar

— Que bien — pensó

— Sin embargo, tenemos labores por cumplir y órdenes que acatar. Por ende, debemos de empezar el recorrido del mascot verse y ayudarte en la planificación de tu mundial

— Que mal — pensó

— ¡Pero no hay problema! ¡Aquí está Gauchito para entretener! — exclamó emocionado

-----

El trío había optado por observar cada parada que le deparaba aquella salida. Aunque el pequeño creía que sería más fácil con la ayuda de los portales, no obstante, el león se rehusó a eso.

Él era un hombre clásico y que le gustaba lo tradicional. Cuando llegó por primera vez al Meta verso quedó maravillado por el largo recorrido que tomó y el experimentar por su propia cuenta el descubrir lo nuevo de aquel lugar, quería la misma vivencia extraordinaria para el qatarí.

Si Alá lo permite (Fuleco x La'eeb)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora