Tras el transcurso de aquella semana, el debut de La'eeb había llegado, mañana en la mañana sería su presentación oficial y con ello, daría por iniciado el mundial de 2022.
Todas las mascotas se encontraban temerosas del resultado del espectáculo que otorgaría el kefia
Todas menos una, a quien le pareció una gran idea el organizar una pequeña reunión en su casa, cosa que no fue así, pues al final se dió en la casa del armadillo y su compañero.
Claramente, sin conocimiento de él.
— ¿¡En serio, Gauchito!? Entre todas las casas y lugares que existen en nuestro mundo ¿¡Tenías que elegir la mía y de Zakumi!? — Exclamó de forma enojada, Fuleco no había tenido ni siquiera el tiempo de poder descansar al prácticamente haberse internado en el hogar de La'eeb con tal de sacar adelante ese mundial — ¡Te he estado aguantando todas las anteriores veces, pero esta vez ya no! ¡No me haré responsable si Zaku saca sus garras para acabar contigo!
— Pará, brazuca ¡Pero sí le pedí permiso de todo esto a Zakumi! — trataba de defenderse para posteriormente, girar la cabeza a la cocina — ¿Verdad que te pregunté, michi?
— ¡No! ¡No es cierto! ¡Tú solo te invitaste! Y por si no fuera poco ¡Te atreves a invitar a todo el mundo y mandar a Fuleco a limpiar la casa ¡Y en cuanto a mí! — el leopardo salió agitado de la cocina mientras se señaló a sí mismo — ¡Me mandaste a cocinar para una sarta de—!
— Zakumi, cuidado com a língua, por favor.
Apesar de tudo, Gauchito é uma criança. — respondió de forma rápida para evitar que el leopardo prolifere insultos dentro de su hogar — ¿Por qué no mejor vuelves a la cocina y preparas un melktert para que todos probemos tu delicia sazón?El leopardo miró de forma molesta a su mejor amigo, sin embargo, optó por quedarse callado y atinó a volver a la cocina y seguir en ello, esto mientras farfullaba insultos en voz baja.
— Fuaaa, no sabía que también tenías bien domadito a este ¡Hay tantas cosas que debo aprender de ti, Fule! — mencionaba el gaucho con total orgullo de su amigo — Pero eso sí ¡No seas atorrante! Dejale un poco a Zabi, si ya le quitaste a Gasparín ¿Por qué también tratás de quitarle al hincha pelotas del gato? Si por algo a él también lo he invitado a la casa, hay que dejar que arrastré el ala por lo menos una noche
— ¿¡Que invitaste a quién!? — preguntó estupefacto, ante ello, el argentino se quedó anonadado, se había dado cuenta de su imprudencia, y está vez, ni siquiera Fuleco podría salvarlo de su inevitable destino
— Es todo, ya no lo soporto — cerró abruptamente la puerta del horno para luego sacarse los guantes de cocina con violencia — ¡Estás muerto, maldito gaucho! — el felino atacó contra todas sus fuerzas al argentino y lo estampó fuertemente a la pared — ¡Supongo que tenemos suerte de ser prácticamente del mismo tamaño, podrás ver mi cara cuando te devore! — El pequeño lo observó de forma asustada, esta vez, no tendría salvación— Te lo advertí, Gauchito, ahora, sufrirás la ira de Zakumi — Fuleco cruzó sus brazos tranquilamente y decidió mejor ir al sofá y ver la tele, estos dos harían mucha bulla por el momento
------
Una vez pasada las 6 de la tarde, la gran mayoría de las mascotas se encontraban reunidas en la casa de Zakumi y Fuleco, exceptuando por La'eeb y Willie, quien, como siempre, se sintió en la obligación de ir a ver personalmente al qatarí.
— Yo creo que mejor escondámonos todos y hagamos como que nunca elegimos a La'eeb como representante del mundial — sugirió el canino, quien se encontraba sentado tranquilamente en el sofá del armadillo mientras bebía una lata de Coca-Cola
ESTÁS LEYENDO
Si Alá lo permite (Fuleco x La'eeb)
RandomEl joven kufiyya se encontraba aturdido ante tantas interrogantes que vacilaban dentro de sí mismo, desde el momento que fue creado jamás había cuestionado lo que se estipulaba en los libros sagrados del Corán, la sunna o el código de la sharía. Muc...