𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐃 𝐘𝐎𝐔 - [Toto Wolff]

24. New Plans

━━━━ CHAPTER TWENTY FOUR ━━━━
Nuevos planes

SELENE'S POV

Me parecía increíble que en pleno 2021, las personas todavía se creyeran con el derecho a opinar sobre los cuerpos ajenos.

Es cierto, el body shaming era una práctica muy vieja. Comentarios como '¿No crees que deberías adelgazar?, estás muy delgada o delgado. Deberías comer más'; seguro que todos los habíamos escuchado al menos una vez en la vida y estaba completamente mal.

La gente no pensaba antes de abrir la boca que ese tipo de mensajes relacionados con cosas que 'deberíamos' cambiar de nuestro cuerpo o aspecto podían tener un impacto negativo muy fuerte en nuestro autoestima, o que a raíz de estos podían aparecer inseguridades que antes tal vez no estaban ahí.

Además, si a todo esto le sumamos que ahora las redes sociales eran también un medio en el que señalaban constantemente las imperfecciones de cualquier tipo, sobre todo de las mujeres, pues la situación pintaba muy mal.

Desgraciadamente, este era el mundo en el que vivíamos; era la sociedad de mierda que nos tocaba enfrentar. A la que ahora Aurora tenía que ponerle cara.

La prensa sabía que estábamos en Mónaco. Por supuesto, no nos estábamos escondiendo. Todas posteamos acerca de nuestras vacaciones, pero esta vez no fue un chisme relacionado con ningún hombre lo que nos tenía tan enfurecidas, sino el artículo que hablaba acerca del físico de mi hermana.

Una maldita línea. Dijieron que se veía demasiado delgada, así, tal cuál. Utilizaron esa palabra, que fue el equivalente a una chispa cayendo dentro de un barril de pólvora y de pronto todo explotó.

Ahora se veían todo tipo de comentarios en Internet, todos preguntando si estaba enferma o si de pronto estaba siendo sometida a una nueva dieta como parte de una estrategia de su entrenador, lo cuál desató otra ola de rumores que especulaban que tal vez antes estaba un poco pasada de peso.

Era una mierda. Ni más ni menos. Y realmente no podía culparla por llevar toda la mañana encerrada en su habitación. Yo misma no quería saber nada de nadie y al mismo tiempo tenía unas temendas ganas de gritar a los cuatro vientos lo que pensaba, que no eran cosas muy amables que dígamos.