21. Exclusiveness

9.2K 657 214
                                    

━━━━ CHAPTER TWENTY ONE ━━━━Exclusividad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

━━━━ CHAPTER TWENTY ONE ━━━━
Exclusividad

━━━━ CHAPTER TWENTY ONE ━━━━Exclusividad

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

📍🇭🇺 Hungría
📆 29 de julio 2021

SELENE'S POV

Explicarle a Mattia que Aurora no podía aceptar su propuesta de convertirse en piloto de reserva para Ferrari porque en realidad no iba a dejar Mercedes, fue más complicado de lo que pensé.

Pero tenía práctica rechazando ofertas, lo había hecho toda la mañana, que me la había pasado de reunión en reunión con los directores de los otros equipos. Hasta ahora el más terco fue Binotto, sin embargo, por fin después de cuarenta minutos dejó de insistir cuando le dije que si quería a Aurora tenía que hablar con ella y con Toto. Supo de inmediato que no tenía ni caso intentarlo, mi hermana no quería irse de Mercedes y Wolff tampoco la dejaría marchar.

Salí de la oficina del italiano y al pasar por fuera del comedor del hospitality, vi a lo lejos a Charles y a Carlos haciéndome señas con las manos para que me acercara. Estaban los dos solos en una mesa repleta de platillos. La verdad tenía cosas que hacer pero nunca se desperdiciaba la oportunidad de poder robar comida. Les devolví el saludo y cuando iba a dar un paso en su dirección, un ramo de rosas rojas se atravesó en mi camino... o más bien lo atravesaron.

Alcé las cejas sorprendida.

Gonza era uno de ingenieros del equipo de Charles. Lo había visto una que otra vez en el garage y nos saludabamos; me caía bien pero no éramos lo que se podría decir amigos. Así que como comprenderán, me tomó con la guardia muy baja que fuera él el remitente de tal detalle.

—Hola, Sel.

Le dediqué una sonrisa de labios cerrados.

—Hola, Gonza.

Una expresión apenada surcó su rostro cuando se dio cuenta que aún sostenía el ramo muy cerca de mi cara. Seguro que el penetrante aroma de las rosas ya se me había quedado impregnado en la piel.

—Oh, lo siento. Son para ti.

Tomé las flores, siendo consciente de que comenzaba a sonrojarme pues todas las miradas de las personas en la cafetería estaban puestas sobre nosotros.

𝐓𝐇𝐄 𝐖𝐀𝐘 𝐈 𝐋𝐎𝐕𝐄𝐃 𝐘𝐎𝐔 - [Toto Wolff] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora