SOMETIDO •2Ho•

5°

Yunho tomo sus libros con una mano y con la otra cerro su casillero, aún tenía 15 minutos de descanso antes de comenzar su siguiente clase.

Dió media vuelta sobre saltándose un poco al toparse frente a frente con Wonwoo, el contrario le sonrió enseñando un poco sus dientes.

— Dios, me has asustado Won— Yunho puso su mano en el pecho dramatizando un poco.

— Lo siento bonito— Yunho se sonrojo un poco, ¿Bonito?. —Estaba pasando por aquí, te mire a lo lejos así que quise saludar—

—Esta bien Won, no te preocupes— soltó una ligera risa y acomodo sus libros de una forma más cómoda. —Estaba por ir a clases ahora, bueno aún me faltan unos 15 minutos para entrar—

—¿Te gustaría acompañarme por un café?, antes de que comiencen tus clases— Yunho lo pensó un poco, pero no le veía problema así que asintió.

Caminaron directo a la cafetería, doblando a la izquierda en uno de los pasillos, estaba casi vacía, algunas mesas ocupadas por uno que otro estudiante que tenían hora libre o esperaban comenzar su clase igual que el. Wonwoo le indico que tomara asiento mientras el se dirigía a buscar sus bebidas y algún panecillo que comer. Vio al mayor alejarse a la máquina expendedora y se acomodo mejor en su asiento.

Su teléfono vibró en el bolsillo de su pantalón, indicándole un mensaje nuevo. Así que con pesar saco su móvil y lo desbloqueo, encontrándose con un mensaje de un número desconocido.

Número desconocido.

¿Otra vez, Yunho?

Desconcertado releyó el mensaje otra vez, para después suspirar un poco, bloqueando el móvil y guardando lo en su bolsillo de nuevo. Wonwoo venía con sus manos llenas, dos vasos de café y unos pequeños panecillos de chocolate para ambos.

—Traje unos panecillos de chocolate, supuse que te gustaría— Yunho asintió con una sonrisa, que Won pensará en lo que a él le gustará era lindo.

— Gracias Won— el otro solo lo miró, indicándole con un gesto que comenzará a comer.

— Tenemos que ser rápidos, no tienes mucho tiempo bonito—

Comieron algo rápido, recogieron la envoltura de los panecillos y los vasos de cartón del café, dirigiéndose hacia el sesto de basura, para salir de la cafetería.

Wonwoo insistió en acompañarlo hasta su salón, cargando los libros que el menor llevaba en su brazo.

— Llegamos, gracias por el café Won, me relajo un poco—

—No tienes que agradecer, yo encantado bonito— sonrió de lado y se acercó a Yunho, tomando su mejilla y dejando un corto beso en esta — Nos vemos Yun—

El mayor se alejo para perderse en uno de los pasillos y Yunho solo se adentro a su salón con las mejillas coloradas.

Su celular volvió a vibrar, indicando otro mensaje del mismo número desconocido.

Número desconocido

No creo que te vaya a gustar verme aún más enojado, quiero tu culo en la azotea cuando tus clases terminen.
Estaré esperando, sabes quién soy.

Jongho.
No podría ser otro más que Jongho, casi podía escuchar el mensaje con su voz.

¿Ahora que había hecho?

¿Porque estaba enojado?

Subió con pasos pesados las escaleras, sintiendo en su estómago nervios, sabía que algo bueno no le esperaba.

Pero, ¿Cuál era las razón para que el menor estuviera así?, no lo había visto todavía pero conociendolo sabía que estaba enojado por una razón que el aún desconocía.

Llegó por fin a la azotea, salió empujando la puerta abriéndola fácilmente. Ahí estaba con la espalda apoyada en la pared, jugando con su cadena, tenia su rostro tan neutro sin ninguna expresión, su chaqueta de cuero blanca pegada a sus brazos y torzo, sus pantalones negros ajustando sus grandes muslos y sujetando ese bulto que.... Se estaba desviando mucho del tema.

Camino con pasos torpes hasta llegar al lado de Jongho.

—¿Para que me querías ver aquí?, Pudiste decirme cualquier cosa por mensaje— hablo Yunho, con un poco de seguridad, solo un poco.
—Por cierto, ¿De dónde has sacado mi número? No recuerdo haberte.... — sus palabras quedaron a medias, quejándose del dolor en su mejilla. Jongho lo había golpeado otra vez.

—Callate, maldita sea Yunho— el menor lo veía con ojos de furia —¿Crees que soy imbécil? Me di cuenta que no te quedó claro lo que te dije — Las venas de su cuello resaltaban hinchadas, su cuello rojo al igual que sus orejas.

—No se de qué hablas Jongho — El menor levanto la mano con un gesto de querer golpearlo de nuevo. Yunho cerro sus ojos, un poco llorosos esperando el segundo golpe y sabía que sería aún más fuerte que el primero. Pero el golpe jamás llegó.
Abrió sus ojos, enderezando se un poco, Jongho estaba dándole la espalda, con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón, respirando fuerte.
—Te dije que no te quería cerca de el Yunho, ¿Acaso tengo que recordarte lo todos los días?— El mayor le encontró sentido, era por haber estado con Won.

—No, pero no le veo lo malo de pasar tiempo con Won— se regaño a su mismo, tenía que callarse ahora.

—¿Quieres que le parta la cara a ese imbécil, Yunho? ¿Eso quieres?, No le llames por malditos apodos cursis — grito el menor, acercándose un poco al alto. Estaba perdiendo la paciencia.

—N..no—

—Si vuelvo a ver que es hijo de puta te besa, aún que sea en la puta cabeza, voy a partirle la cara hasta el cansancio, ¿Entendiste?—

Pero, ¿Que derecho tiene para prohibirle con quién estar?

—¿Cómo?— Yunho lo miró sin comprender la pregunta —Repite lo que dijiste, Yunho —
Se maldijo internamente, había hablado y no solo pensado esa preguntaba. ¿Porque no podía aprender a separar sus pensamientos de la realidad.

—Yo..Yo no..— que debía responder, no quería hacer enojar más al menor.

—Eres mío, Yunho — lo tomo del cabello con fuerza y comenzó a besarlo desesperadamente, como si estuviera hambriento de marcar lo que era suyo. —Que te quede claro.