SOMETIDO •2Ho•

13°

Aclaración:
Las vestimentas así como los tonos de cabello, cortes, que presente alguno de los personajes, no alteran absolutamente nada en la historia.

°°°°°°

Cinco días eran suficientes, ya no lloraría más por el, ya no se encerraría en su habitación cada día después de la escuela, ya no trataría a toda costar de evitar verlo por los pasillos de la escuela, ni dejaría de ir a la cafetería solo porque el estaba ahí, riendo con sus amigos como si no hubiera hecho nada.

Había leído en una revista que probar nuevos cambios estéticos era como liberar todo el peso que cargaba tu cuerpo y te hacía sentir mucho mejor contigo mismo.

Siendo domingo me levantó temprano para ducharme y almorzar antes de salir al centro comercial.
Estaba decidido, probaría un color nuevo en mi cabello, accesorios que me habían gustado mucho y por pena jamás usé.
Tenía que dejar de ser tan débil, dejar de ser una presa fácil para tipos como Jongho, siendo completamente gay jamás probaría estar con una chica.

Salí de casa siendo medio día, el clima estaba fresco y era una buena idea caminar, no quedaba retirado de mi casa y me serviría para pensar.

Estaba listo para dejar de ser humillado.

El rubio dorado me había gustado tanto, tenía pocas mechas en mi cabello negro, pero quería teñir lo completamente rubio. Los choker fue algo que siempre me parecieron geniales, los pendientes largos me fascinan y es momento de dejar mi pena de lado, quererme más, hacer cosas por y para mi sin pensar en el que dirán.

No necesitaba la aprobación de nadie.

Salí tan contento de aquel lugar, cargando bolsas, con un nuevo color de cabello y queriéndome más que nunca.

Mi madre me había halagado tanto al momento de verme, diciéndome lo guapo que era y que por supuesto todo gracias a ella. Cenamos juntos, vimos películas hasta el anochecer para después cada uno irse a su habitación.

Quería ver la reacción de Yeosang, siempre me decía que tenía que vestir y hacer lo que a mí me gustará sin importarme los demás.

Con una sonrisa enorme me acosté, tapándome con el edredón acolchado de mi cama, para caer rendido rápidamente y dormir tan bien como hace tanto no lo hacía.

Camine decidió por los pasillos de la escuela, pocos me miraban risueños, halagando me un poco diciendo lo lindo que se veía mi cabello y lo sonriente que estaba.
Por supuesto, después de que toda la escuela se enterará que Jongho me fue infiel creían que estaría llorando aún comp dolía hacerlo cuando algo sucedía. Todos había creído que el y yo éramos pareja, claro, todo el mundo lo creía después de que el amenazara a medio mundo.

Sonreí agradecido y mi mirada de encontró con la de un Yeosang sonriente, corrió a mi, abrazándome fuertemente, seguido de piropos y halagos de lo bien que me veía.

— Por fin, creí que jamás harías lo que te gusta.

Sonreí ampliamente, Yeosang siempre me apoyaba en todo, estaba para mí cuando lo necesitaba, era un gran amigo y la segunda persona — después de mi madre — a quien más quería.

— Creeme que caería rendido por ti si no te conociera desde la infancia y te viera como a un hermano grandote.

Yeosang era tan lindo la mayoría del tiempo.

— Que cosas dices, Yeo.

Me tomo del brazo y me arrastró hasta el salón de clases. Faltaba unos tres minutos así que no queríamos llegar tarde.
Caminamos rápido por el pasillo, pero a Yeosang se le borro la sonrisa y trato de jalarme hacia la otra dirección cuando a mediación de pasillo venía Jongho, con sus manos dentro de su chaqueta, mirándome con el ceño fruncido. Que idiota.

— Vamos Yunho, iremos por el otro lado, de todas manera el profesor siempre llega retrasado.

Trato de jalar de nuevo, pero no sé lo permití.

— No Yeo, no me iré por otro lado solo por este idiota.

Yeosang me miro con los ojos muy abiertos, sin decir una palabra lo arrastre de nuevo por el pasillo, sin mirar a Jongho, pero con mi cabeza muy en alto pasé de largo, no merecía absolutamente nada de mi.
Pero como era típico de el, me tomo del brazo y me impidió seguir mi camino, jaloneando un poco a Yeosang por el repentino agarre de este.

— ¿Que es lo que quieres?.

Mi voz salió con un tono molesto y golpeado, Yeosang estaba estático en su lugar sin pronunciar una palabra.

— Hablar contigo.

— Yo no tengo nada que hablar contigo.

Trate de zafar me de su agarre, pero apretó más.

— Yeosang, ¿Podrías dejarme a solas con Yunho?.

Yeosang me miro, sin saber que decir. Le di un asentimiento de que estaba bien, lo pensó un poco pero al final cedió, diciéndome que me esperaba en el salón se marchó.

— ¿Que?.

Estaba fastidiando me realmente.

— ¿Que te hiciste en el cabello?.

Era enserio.

— Lo teñi, ¿A caso estás ciego?.

Apretó sus dientes, enojado y su mandíbula se tenso.

— No uses ese jodido tono conmigo.

— ¿Contigo?. ¿Te crees tan importante?, Puedo hablar como se me de mi gana y si solo era eso de lo que querías hablar me voy.

Di media vuelta, pero de nuevo me jalo del brazo.

— ¿Que quieres, Jongho?, Tengo clases y quiero irme.

— Solo.. te miras demasiado bien.

Quería golpearlo, de verdad estaba aguantando lo suficiente para no tirarle un puñetazo en el rostro.

¿A caso era imbécil?.

Jugaba conmigo, me humillaba, ignoraba que me había roto el corazón y luego me decía que me veía demasiado bien.

— Si, lo sé, me lo han dicho desde que llegué. Tengo que irme Jongho.

— ¿Quien y que te ha dicho?.

Las venas de su cuello se hincharon, apretó sus puños con enojo.

Este si que era imbécil, ¿Cómo se atrevía a actuar como un novio celoso después de lo que hacía?.

— Que jodidos te importa, Jongho. Te lo diré una última vez, dejame en paz, lo que me digan no es asunto tuyo, dejo de serlo. Así que alejate de mi.

No espere respuesta alguna, camine apresurado a mi salón, tratando de relajarme para estar tranquilo lo que restaba del día.

Las ganas de estampar mi puño contra su rostro seguían ahí.

¿Que pensaba que era yo?, ¿Su juguete para cuando el idiota estuviera aburrido?.