V *I'm Sorry*

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V *POV*


Estaba apoyado en la puerta de mi casa, mientras oía los llantos de mi madre.

-¡Puta!

Gritaba mi padrastro. Lo más probable es que le estuviera dando una paliza. Como siempre hacia cuando se emborrachaba.

Ese hombre, al que nunca he podido ni querido llamar padre, llevaba ya 5 años conviviendo con nosotros. Arruinando nuestras vidas. Me levanté como pude y caminé hacia la calle.

Nunca he podido entender el motivo por el cual mi madre sigue con ese monstruo. Siempre he intentado separarlos. Una vez, cuando tenía quince años le di un puñetazo. Pero no funciono.

Me acorralo contra la pared y me pegó tan fuerte en la cabeza que caí inconsciente. Mi madre siempre me ha dicho que le acepte, que no es tan mal hombre.

Pero no puedo más.

Ahora, caminando por el puente de la ciudad me doy cuenta de lo enfadado que estoy. Tengo ganas de matarlo, tengo ganas de verlo sufrir de la misma manera de la que hemos sufrido nosotros.

Quiero que se arrodille ante nosotros, y que deje su dignidad de lado. Quiero ser su peor pesadilla.

Pero no es tan fácil.

Me di la vuelta y volví a mi casa.

No iba a dejarla sola. Ya no.

Corrí con todas mis fuerzas y entré en mi casa.

No había nadie en la cocina, ni en el salón, y justo cuando pensé que todo había terminado, oí un golpe fuerte desde la habitación de mi madre.

Me asomé y la vi en el suelo. Sangrando.

Ese hijo de puta estaba delante de ella, riendo.

Noté que algo se apoderaba de mi, y me abalancé sobre él. La verdad es que no sé en que momento cogí la botella de whisky, pero se la había estampado contra la cabeza.

Él se tambaleó pero no estaba contento. Le clavé la botella en el pecho, una y otra vez. Oí los gritos de mi madre, y vi la sangre, pero cuando quise parar, ya era demasiado tarde.

Le saqué la botella del pecho y la tiré a un lado. Él me miraba con los ojos abiertos, aunque sabía que no estaba respirando.

-¡QUÉ HAS HECHO!- gritó mi madre acercándose a él.

La verdad es que no sabía que hacer.

Me apoyé en la pared y caí.

Siempre he querido matarlo, siempre he sentido la necesidad de verlo sufrir, pero ahora. ¿Por qué sentía que no podía respirar?


No sé con seguridad cuanto tiempo estuve mirando a mi madre, mientras los dos llorábamos, pero ya había anochecido cuando mi madre habló.

- TaeHyung-me dijo temblando- vete.

-Mamá...

- Lárgate. No quiero volver a verte. Huye, no vuelvas a aparecer por aquí.

- No te voy a dejar sola-lloré.

- Y tú no vas a ir a la cárcel. Vete. Ahora.

No sé de donde saqué el coraje, pero salí de mi casa temblando.

Había matado a alguien.

Y no tenía a donde ir.


They Are Bulletproof.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora