Yoongi tenía un crush enorme en el chico del metro.
Todos los días, de lunes a domingo, justo a las 9:45 de la mañana se abrían las puertas y justo delante de él aparecía, un chico bajito, siempre con auriculares puestos y una media sonrisa.
Yoongi podía ser muchas cosas, pero no era un extrovertido ni un "player". Por mucho que sus mejores amigos- Namjoon y Hoseok- le dieran la propaganda de chico malo, él nunca se atrevería a ligar con un chico o una chica así como así.
Por eso le costaba tanto mirar a ese chico a los ojos.
Un día, en la universidad, Namjoon y él habían colgado carteles pidiendo a bailarines y bailarinas de contemporáneo que se presentaran a una pequeña audición para un vídeo musical de una canción que el trío habían grabado.
Como la canción se llamaba Her, los tres amigos esperaban a una o dos chicas en el vídeo, pero, cuando por la puerta del teatro apareció el chico del metro, con unos pantalones negros y una camiseta blanca holgada, a Yoongi casi le da un ataque.
Al principio, le suplico a los dioses que no bailara bien para no tener la necesidad imperiosa de acercarse a él y besarlo.
Pero bailaba hermoso. No sólo era un baile marcado, sino que de verdad se notaba que era su pasión. Muchos participantes habían pasado, pero como él, como él no había nadie.
- Tiene que ser él- dijo Yoongi cuando las audiciones terminaron.- Vamos, es el mejor que ha bailado, se lo merece.
- Pero hyung...- Hoseok se rascó la nuca-. Estábamos pensando en chicas, ¿no?
- Eso es sexista.
Namjoon y Hoseok se quedaron mirando como Yoongi se cruzaba de brazos y miraba hacia el pequeño currículo del chico.
Park Jimin. 20 años. Busan. Estudiante de Empresariales. Soltero.
- Vale- dijo Namjoon-. Me parece bien que él sea el bailarín.
Fue una lástima que Yoongi no haya sido el que le dio la noticia, por que hubiera escuchado un pequeño gritito de felicidad, hubiera visto una sonrisa de oreja a oreja y quizá, solo si se fijaba bien, hubiera visto un rayo de esperanza.
Por que Jimin se levantaba todas las mañanas pensando en el chico del metro. Escogía su ropa por el chico del metro. Cada vez que lo veía en los pasillos de la universidad, se escondía por que, vamos, ese chico nunca se fijaría en él.
Lo que más le gustaba de Yoongi eran sus ojos. Parecía un chico serio, un chico malo incluso, pero sus ojos eran tranquilos, amables, y Jimin no paraba de pensar como sería notar que esos ojos le miraran de arriba abajo.
Cuando llegó el día de la grabación, los planetas se tuvieron que alinear, o Dios se había levantado de buen humor, por que Jimin habló con Yoongi.
Al principio del vídeo, de la coreografía y de la canción, pero una vez todo grabado, cuando Yoongi le invitó a un café, no sólo le habló de su amor al baile, sino de su miedo al fracaso, de que se sentía solo en Seúl ya que venía de Busan. Yoongi le habló de la música, del hip hop, de su piano y de como se mudó desde Daegu.
Cuando Yoongi llevó a Jimin esa noche a su estudio, por una vez no pensó en sexo.
Pero Jimin si lo hizo, y nadie se explica de dónde sacó el coraje, pero le besó.
Y Yoongi le devolvió el beso.
Me gustaría decir que pararon de besarse y se miraron a los ojos y se sonrieron, como en cual drama.
Pero hicieron el amor dos veces.
Primero en el sillón negro de su estudio, y después encima del piano.
Yoongi lo sujetaba como si fuera lo más sexy y lo más preciado de su vida, y Jimin se agarraba a él como si el mundo se acabase.
Al acabar, desnudos, siguieron hablando de música, de sus sueños, y se dieron cuenta de que no servían como One Night Stands, pero que, no se sentían con la fuerza de empezar una relación.
Por eso, cada mañana, se sentaban juntos en el metro e iban juntos a clase.
Los fines de semana, Jimin estaba en su estudio, o Yoongi iba a verlo a su academia de baile.
A veces hacían el amor, pero otras sólo se quedaban hablando hasta las tantas.
Cuando el video musical salió ya habían pasado tres meses desde ese primer día.
Todos estaban emocionados, sentados en el estudio de Namjoon, esperando a que fuera subido a Youtube.
Yoongi y Jimin estaban sentados juntos, sus brazos se tocaban y estaban demasiado nerviosos para pensar en algo más que en el vídeo.
Los cuatro estuvieron toda la tarde y toda la noche viendo comentarios, en Twitter y en otras redes sociales, viendo como las fans de este trío de raperos se volvían locas.
- Dios mío- dijo Yoongi al ver un edit de una fan. En este salía una foto de Jimin bailando en el video y justo al fondo, Yoongi tocando el piano. La foto de Yoongi era de hacía meses, pero aún así, quedaban muy bien juntos, incluso en un edit.
Jimin la miró también y sonrió como un niño.
- Te quiero- dijo Yoongi sin pensar mirándolo a los ojos.
Namjoon y Hoseok se quedaron quietos en su sitio, mirando al dúo, pero a ninguno le pareció importarle, por que cuando Jimin le cogió la mano a Yoongi, este sólo sonrió más.
- Te quiero.