Capítulo 3

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Liv

La maestra entra al salón y comienza a explicar los temas

—¿Liv qué carta?—Leo insiste , pero es interrumpido por la maestra.

—Leo, puede guardar silencio.

—Si claro, disculpe—Saca su cuaderno y vuelve a insistir—¿Qué carta?

—Leo , entiendo su desesperación por la increíble charla con la señorita Carter, pero me gustaría mucho que preste atención al frente o tendré que cambiarlo de lugar.

Leo asiente con la cabeza, yo ignoro completamente al resto del grupo y tomó notas.

Al terminar la clase, salgo del salón, no me da tiempo ni de despedirme

Me acerco a la banqueta, tomo mi bicicleta que está enganchada justo al lado de el poste, subo en ella y me dirijo a casa.

Al llegar a casa subo a mi recamara, me dispongo a cambiarme y recostarme un rato en mi cama, cuando de la nada entra Carmen.

—Len acompáñame a...—se ve interrumpida cuando voltea a verme— ¿Tú no tenías trabajo?

Tomó asiento en la cama —Me marcó la señora Magda, y dice que Don Lorenzo tiene consulta, así que me dieron día libre.

—Bien lindas mellizas, ¿me acompañan?

—¿A dónde?—contesta Len tratando de guardar sus libros.

—Al supermercado

Pongo mi cara de molestia cuando Carmen prosigue

—¿Centro comercial?, ¿mol?, ¿de comprás?—hace una carita extraña—Vamos necesito comprar unas cosas y no quiero ir sola.

Carmen nota que mi cara no cambia así que añade—y les compro una pizza, lo prometo —dice caminando hacia nosotras, Len y yo intercambiamos miradas.

—Sí—comentamos al unísono.

Carmen es mi hermana mayor, y después de dos años, llegamos Len y yo a su vida

Bajamos las escaleras de la casa justo cuando agarramos las llaves para subirnos al auto de Carmen, los gemelos se levantan de la sala y corren directo a nosotras.

—¿A dónde van?—dice Jake

—De compras, ¿Quieren venir?—Les digo

—No, solo traigan una pizza—dice Joey

Asiento con la cabeza y salgo de casa
Tener tantos hermanos en casa suele ser un poco complicado, Carmen de 22, los gemelos de 15 y Len y yo de 19.

Increíble mis padres de vieron de ser advertidos de semejante combo antes de casarse.

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En el centro comercial nos separamos, Len va directo a las velas, Carmen va por cosas que le hacen falta para su carrera, y yo a la librería.

Tengo ya muchos libros de romance y he querido leer otro tipo de géneros durante algún tiempo, así que me voy a la estantería de romance y fantasía.

Lo sé lo sé, es casi lo mismo solo con fantasía, pero de apoco se empieza.

Estoy por elegir un libro cuando un chico, me comenta:

—Te recomiendo ese—apunta directo a un libro de piratas.

Entre cierro los ojos y vuelvo a observar aquel libro, lo reconocía claramente, tenía su maravillosa portada con una chica pelirroja en el, y por detrás un barco. Me lo leí en digital.
Los maravillosos PDF, que te ahorran unos cuantos dólares.

El chico que le pedí al universoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora