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Dos días después de lo sucedido, Mike seguía en cama, los perdedores lo iban a visitar cada que podían, incluso Bill y Beverly iban a visitarlo gracias a que se enteraron por Kenzie.
Pero sin duda la que más pasaba tiempo con Mike era Christelle, siempre estaba ahí y lo cuidadaba cuando su abuelo no podía.
Ella aún no terminaba con Henry, planeaba hacerlo, pero le daba miedo que cuando lo volviera a ver él enloqueciera y le hiciera algo peor que lo que le hizo a Mike.

Por eso solo guardó su distancia y se concentró en cuidar y apoyar a Mike Hanlon.

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Durante todas las vacaciones Richie se sintió bastante confundido, había comenzado a sentir cosas que no sentía antes, pero sabía que si le decía a alguien se burlarían de él y nadie querría ser su amigo.

Salió a caminar para despejar un poco su mente y pensar mejor las cosas, tal vez solo eran ideas suyas y realmente no le sucedía nada.
No era la primera vez que se sentía de esta forma, ya se había sentido así aquella tarde en la que se quedó a fuera de la casa de Beverly.

Esa tarde los perdedores dejaron a Richie vigilando por si el padre de Beverly llegaba, al estar solo se quedó pensado en su vida estas últimas semanas, había estado pasando mucho tiempo con Eddie, y eso le agradaba. Para él, Eddie no era solo otro amigo más, era un amigo muy muy especial.

"Amigo" Richie se quedó
pensando mucho en el significado de esa palabra ¿De verdad Eddie era solo un amigo para él?

Momentos que pasó con Eddie empezaron a llegar a su mente, como cuando estaban curando a Ben, Richie recordó que ese día Eddie le había parecido atractivo mientras fingía ser un doctor, observaba cada cosa que Eddie hacía y le encantaba como sus mejillas se ponían rojas cada que Richie lo hacía enojar.

Comenzó a creer que tal vez le gustaba Eddie, pero eso no podría ser, Eddie jamás volvería a ser su amigo si se llegara a enterar, las burlas en la escuela aumentarían en un cien por ciento
¿Tendría que vivir con ese secreto toda su vida?

Richie empezó a sobrepensar mucho las cosas y comenzó a negar lo que sentía por Eddie, pero por todo esto él no pudo evitar llorar de impotencia. No quería vivir así, no quería ser así, él en ese momento solo se quería morir o dejar de sentir lo que obviamente sentía hacia su "mejor amigo".

Sin que él se diera cuenta Mackenzie llegó. En cuanto la vió quería decirle todo lo que tenía adentro, quería que le ayudara a entender lo que sentía. Pero en vez de eso solo se limpió las lágrimas y trató de evadir el tema.

Ahora que Richie recordó todo eso, pensó que tal vez Mackenzie si lo habría entendido, es una chica con mente muy abierta y probablemente ella no lo juzgaría. Pero ahora ya era tarde, ella debe de tener sus propios problemas, en la salida de hace dos días la vió muy incómoda junto con Stan, y por más que le preguntó al chico que pasaba, él no le dijo nada.

Lo único que le quedaba era seguir caminando hasta poder aclarar su mente para así encontrar una respuesta a todas sus dudas.

En su camino se encontró con un lugar en dónde habían varios juegos tipo maquinitas. Solía ir ahí a menudo con los perdedores, y pensó que distraerse un poco le haría bien en este momento.

Jugó un para de partidas solo, hasta que un chico alto, de ojos azules y con una muy linda sonrisa se acercó a Richie.

-Hola, ¿puedo jugar?- Preguntó el chico.

-S-sí, claro.

El chico le sonrió a Richie y él puso la moneda dentro de la máquina.

Richie estaba un poco nervioso, pero al parecer el otro chico también lo estaba, mientras jugaban había algo de coqueteo muy sutil en los movimientos de ambos.
Después de unos minutos Richie resultó vencedor.

-Eres bueno en esto.- Dijo el chico.

Ambos chocaron sus manos pero el momento de retirarlas fue lento, como si no quisieran que ese pequeño roce entre manos terminara.

-Oye, ya me voy.- El chico había recordado que venía con su primo Henry, una persona que no dudaría en golpearlo si lo llegara a ver en esa situación.

-Oye- Dijo Richie mostrándole otra moneda en su mano. -¿Jugamos otra vez?

Pero antes de que el chico pudiera contestar, notó que su primo estaba justo detrás de ellos.

-Oye, ¿por qué me dices eso?- fue lo primero que se le ocurrió decir. -No soy tu maldito novio.

-¿Qué demonios pasa?- Dijo Henry llegando por detrás.

-No me dijiste que tu pueblo estaba lleno de maricas.

-¿El idiota de Richie Tozier?- Cada vez Henry se iba acercando más a Richie. -¿Qué, con mi primo quieres sexo?

Todos en el lugar dejaron de hacer lo que hacían solo para mirarlos a ellos.

-¡Lárgate de aquí marica!- Gritó Henry.

Richie salió de ahí lo más rápido que pudo, estaba muy confundido, no sabía que era lo que había hecho mal. Creía que aquel chico podría llegar a sentir lo mismo pero,  ¿acaso él solo estaba siendo amable?

Richie se fue corriendo hasta llegar a un parque donde se sentó en un banco únicamente para llorar. Una vez más confirmó que es un fenómeno, y que si alguien se llegara a enterar de todo lo que siente no pararía de molestarlo hasta el momento en el que lo viera muerto.

-¿Quieres un beso Richie?

Richie se secó las lágrimas y se puso sus lentes de nuevo. Comenzó a buscar de donde provenía aquella voz y se dió cuenta de que la estatua que estaba frente a él hace solo unos segundos, ahora ya no estaba ahí.

Escuchó un pequeño ruido a su derecha y en cuanto volteó la antes linda estatua estaba frente a él rugiendole y sacando murciélagos de su boca cada que la habría.
La estatua intentó aplastar a Richie pero él se movió más rápido y pudo escapar de ese lugar.

Corrió y corrió con la esperanza de que el horquillo que arrastraba la estatua no lo lastimara. Pero al final cayó y él no esperaba más que lo peor, lo único que pudo hacer fue cerrar los ojos y comenzar a repetirse a si mismo "no es real, no es real, no es real" hasta que dejó de escuchar más ruido, cuando sintió el valor para volver a abrir sus ojos pudo asegurarse de que aquella estatua ya estaba de vuelta en su lugar y que ya no había peligro alguno.

El chico se levantó sacudiendo su regazo, y al estar de pie sintió un pequeño dolor en el codo, al revisarse se dió cuenta de que tenía un pedazo de piel desprendido de la piel, nada grave, probablemente le ocurrió cuando se tropezó y cayó al suelo.

Al principio no pensaba hacer nada con eso y esperar a que sanara solo, pero recordó lo loco que se habría puesto Eddie si lo viera en ese estado y sin hacer nada, por lo que se dirigió a la farmacia para comprar un par de curitas.

En el camino se quedó pensando en lo que había ocurrido, ¿qué había sido eso?
Él creía que ya habían derrotado al payaso, y por ningún motivo volvería a entrar a esa casa, no pensaba decirle nada a los demás si es que eso significaba no tener que volver a entrar a ese lugar de tortura.







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⏰ Última actualización: Dec 31, 2022 ⏰

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