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CAPÍTULO UNO "FÍJATE QUE SI"
EMMA LEWANDOWSKA december 10th, 2022
Emma amaba que su padre esté contento de llevarla a una cena con sus compañeros, después de todo Robert conocía a todas las familias de ellos y que no conocieran a su hija mayor; pero la verdad ni siquiera habían llegado al restaurante y ya se estaba retractando de haber accedido a ir.
No era el fin del mundo tampoco, pero si le preguntaran ella prefería haberse quedado en su casa, con unas galletitas y películas.
Lo que una hace por la felicidad de sus padres.
—Algunos son revoltosos, debes tener en cuenta de casi que soy el más mayor. —Su padre se corrigió la garganta una vez que lograron estacionar. —No va a ver nadie más que nosotros y los camareros, el Club se encargó de eso para la privacidad.
—Bien. —Suspiró mirando por la ventana.
El restaurante era enorme, fácilmente podía ser un hotel y nadie lo cuestionaría, era negro con luces tenues rojizas en el interior, meseros iban y venían atendiendo a los futbolistas que ya habían llegado y para finalizar habían puesto una enorme mesa para compartir entre todos los futbolistas la cena.
Emma estaba tranquila de no ser la única familiar allí. Varios de los jugadores habían llevado a sus esposas e hijos, por lo que la rubia no se sintió tan entrometida.
Su madre y sus hermanas no habían podido asistir. Por lo que hoy serían ella y su papá.
—Si en algún momento no te sientes cómoda, házmelo saber ¿Si? —Robert acarició sus mejillas.
No era una sorpresa que Emma tuviera ansiedad social, desde pequeña había sido expuesta al mundo de la prensa gracias a su carrera y a la carrera de su papá, por lo que la mayor parte del tiempo les costaba tener privacidad. Al cumplir los catorce el límite había sido sobre pasado y Emma tuvo que ser medicada por los ataques de ansiedad que solía tener.
Ella incluso llegó a tenerle miedo a los paparazzis u hasta los fans mismos. Emma deseaba no ser así, pero su entorno no ayudaba.
Bajaron del auto y a pasos seguros se dirigieron a las puertas del lugar. Fueron recibidos muy amablemente por una chica -muy joven para el gusto de ambos- de cabellos marrones y profundos ojos oscuros la cual les sonrió y guió hasta la mesa.
Era notable que no era española como el resto de sus compañeros, al hablar el acento latino se hacía notar.
—Esa puerta es asesina, alguien se puede confundir y terminar golpeando a alguien sin querer. —Murmuró Emma mientras aceptaba gustosa el agua que la mesara que la recibió le ofreció.
