x. oh, no

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CAPÍTULO DIEZ "OH NO"

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CAPÍTULO DIEZ
"OH NO"































EMMA LEWANDOWSKA
december 31st, 2022


















Emma se sentía fatal.

El haber peleado con Pablo por su culpa la había hecho sentirse la peor persona del mundo. Recordar los ojitos de cachorrito mojado recién regañado de Gavi la perseguían cada vez que cerraba los ojos. No lo tendría que haber echado de su casa cuál perro vagabundo, tendría que haberle ayudado y ofrecerle apoyo, ya que después de todo, estaba siendo perseguido por personas completamente extrañas de las cuales no se sabía bien lo que querían de él.

Al principio había pensado enviarle un mensaje, disculpándose y explicándole que el no había hecho nada mal y que ella había sido el problema; pero la vergüenza y la pena le ganaron, estuvo casi dos horas completas con el chat intacto de Pablo abierto, escribiendo y borrando infinidad se veces disculpas que no llegaban a nada.

Emma no solía ser así. Jamás, en sus dieciséis cortos años de vida se había desquitado con alguien y tratado mal a alguien de tal forma, no era como ella solía reaccionar. Lastimosamente, Pablo la encontró en un momento sensible y en la peor de las condiciones, si bien ella tendría que haber sido rígida y no dejar que sus problemas se involucraran en su conversación con Gavi no supo cómo manejarlo y se dejó llevar por las emociones negativas del momento.

—Pídele disculpas.

—Ay, pero que fácil decirlo —Emma dejó caer su cabeza entre sus brazos apoyados en la mesa —. Pedri, lo traté realmente fatal.

—Ya —El canario rodeó los ojos e hizo una mueca de asco al beber del café que tenia entre sus manos —. Pablo comprenderá si le explicas la situación, niña. Además... nada, no importa —Se calló a el mismo —. Ayer en el entrenamiento por la tarde estuvo con un humor de perros que ni Ansu le pudo sacar una risita.

La polaca levantó la mirada apoyando su mentón en sus brazos —¿Por qué sigues bebiendo café si es evidente que no te gusta, Pedro?

En el rostro del futbolista se vio reflejado el nerviosismo —No me cambies de tema niña, que para algo te he llamado.

—Ni siquiera entiendo porqué, en verdad, si estuvo de humor de perros ayer por la tarde... Sí, lo más probable es que sea por mi culpa pero puede ser por otras cuestiones personales también —Ella levantó las cejas, interrogándolo.

—Puesto que Ansu le preguntó cómo os había ido en su pequeño paseo por el museo y en la forma que respondió, pues, todo apuntaba a que estaba así por ti —Pedro se encogió de hombros echando un vistazo a las vistas que otorgaba la ventana a su lado —. Y con esto que me has contado, todo tiene mucho más sentido.

midnight ✩ pablo gavira Donde viven las historias. Descúbrelo ahora