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CAPÍTULO NUEVE "VETE"
EMMA LEWANDOWSKA december 30th, 2022
SE ABRAZABA TAN FUERTE A SI MISMA QUE DE SUS BRAZOS COMENZABAN A BROTAR pequeñas gotas de sangre por sus uñas clavadas en ellos, su corazón golpeaba tan fuerte contra su pecho y las lágrimas no dejaban de fluir por sus ojos azules. Ya ni siquiera podía respirar, tenía miedo de que si llegaba a respirar la escucharían.
—¿Te has ocultado? —La voz del oficial desde el otro lado de su teléfono la hizo temblar —. Señorita Emma, necesito que responda.
—Creo que están subiendo las escaleras —Susurró tan bajo, casi como si no lo hubiese dicho realmente.
El silencio desde el otro lado de la línea la hizo cerrar los ojos con frustración soltando más lágrimas, presionó su cuerpo aún más contra la pared de la bañadera, deseando que las paredes se abrieran y se la tragaran.
—Los patrulleros ya están llegando, ¿si? —El policía lo dijo de un forma tan amable pero en lo único que podía pensar Emma era en que sería su última noche viva —. Tus padres también, ellos fueron los primeros en contactarnos.
—Mamá, papá, los amo tanto.
Fue lo último que dijo la polaca antes de dejar su móvil en su estómago llevando sus manos a sus oídos, tapándolos mientras presionaba sus párpados para no abrir los ojos cuando escuchó las voces de aquellos intrusos aproximarse al baño.
Emma comenzó a contar, sintiendo como las paredes del baño cada vez se hacían más pequeñas, atrapándola allí sin dejarla escapar del futuro que ella creía que tendría, sus ojos se abrieron para recordarle que seguía en esa situación. Sus respiraciones cada vez se hacían más cortas siendo que parecía necesitar más aire del que era necesario, su corazón palpitaba tan fuerte que creía que explotaría y más lágrimas saltaron de sus ojos cuando la perilla de la puerta del baño se abría lentamente.
Procuró quedarse quieta, cerrando nuevamente sus ojos tomando la decisión de, por lo menos, tener como último minuto de vida los recuerdos con su familia; lo primero que recordó fue cuando su padre le enseñó a andar en bicicleta, luego cuando su madre junto con su abuela paterna le enseñaron cocinar caramelos polacos y como la cocina terminó hecha un desastre, también cuando le anunciaron que sería hermana mayor, la primera vez que la acompañaron a una competencia o la primera vez que pisó una cancha de fútbol para apoyar a su padre.
