¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
CAPÍTULO ONCE "POR LOS MENOS MÍRAME"
EMMA LEWANDOWSKA december 31st, 2022
Apenas puso un pie en la cancha, ya se había olvidado hasta de lo que debía decirle a Pablo de los nervios. Emma de verdad sufría de una ansiedad muy grande, a la más mínima cosa le podía llegar a dar un ataque de ansiedad que incluso a sus padres le cuesta calmarla.
Traumas del patinaje artístico supone.
Jugaba con sus dedos e inflaba sus mejillas resoplando en el proceso, pensando exactamente que decirle a Gavi. Emma no quería contarle sobre sus pesadillas y que se había levantado mal por eso, no tenía la confianza para confesarlo, ella lo único que quería era disculparse sin meter sus propios problemas en el medio, ya que no eran de la importancia de Pablo.
—Mamá, Emma se siente mal —Klara la señaló y Anna giró su cabeza de inmediato ante lo dicho —. Respira rápido y tiene sus mejillas rojizas.
—¿Qué? No, mamá, enserio estoy de maravilla —Respondió —. Son los nervios por el partido, es todo.
—¿Segura? Puedes ir a buscar un poco de agua si gustas —La polaca mayor sonrió —. Si te sientes mal házmelo saber, ¿vale?
—Vale —Balbuceó poniendo atención al entrenamiento pre-partido.
Sus ojos fueron a parar a Pablo, que estaba jugando a los pases con Pedri y Balde, el sevillano parecía estar bien, o bueno, ella encontraba normal en él tener cara de enojado todo el tiempo; pero a juzgar por lo inútiles intentos de Pedro y Alejandro de hacerlo reír, pudo deducir que, definitivamente, no estaba con todos los ánimos.
Emma jugó con sus dedos pensando en cómo acercarse sin ser tan obvia, había tantas formas de llegar al campo e interrumpirlo para hablar que no encontraba la correcta. Por suerte, Dios la escuchó, y Pablo parecía dirigirse a los vestuarios de nuevo, muy probable porque se haya olvidado algo.
—Voy al baño —Anunció levantándose tan rápido como pudo para poder ir tras Pablo, porque si se la pensaba mucho se terminaría acobardando y se quedaría sin hacerlo.
Tragó saliva sintiendo su cuerpo temblar, no entendía de donde salía aquellos nervios, si bien temía sobre la personalidad de Gavi, no debía estar tan ansiosa o incluso nerviosa por algo tan simple como una disculpa.
Los de seguridad la dejaron pasar, sabiendo que ella era hija de uno de los jugadores presentes y que no habría problema. Caminó por los pasillos asomando su cabeza por las puertas de allí a ver si con suerte daba con el vestuario pero no hubo caso, ni tampoco encontró señales de Pablo.
