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CAPÍTULO QUINCE ❝ YO NO DIJE ESO❞
january 10th, 2023 PABLO GAVIRA
¿QUÉ MIERDA SE LE HABÍA CRUZADO POR LA CABEZA AL BESAR Y DORMIR CON LA HIJA DE UNO de sus compañeros de equipo? es decir, Pablo tuvo que volver sobre sus pasos una y otra vez para encontrar un tipo de explicación coherente para los suceso ocurridos la noche anterior.
Al despertarse la mañana siguiente la sonrisa que se había instalado en sus labios fue borrada inmediatamente al recordar que Emma no era una chica cualquiera, no era una niña que se había liado en la discoteca, no, ella era la hija de Robert.
Fue por eso, que tras deshacerse del abrazo de Emma cuidadosamente rezando porque la rubia no despertase por el vacío, Pablo se dirigió a la puerta, encontrándola mágicamente destrabada y salió hecho una furia al escuchar las risas de sus amigos en la sala de la casa de Pedri.
—¿Vosotros sois idiotas? —Pablo se paró frente a ellos con sus brazos cruzados —. ¿Dejadme encerrado con Emma en el cuarto? Vaya niñatos que son, enserio tío, no os entiendo.
—Oh, vamos, Pablito —Sonrió Ferran para levantarse y palmear su hombro —. ¿Acaso no ha pasado nada?
Pablo se sonrojó hasta las orejas y mientras escucha las burlas de aquellos tres, el sevillano apartó la mano de Ferran y mascullando un "que te den" se dirigió a zancadas a la cocina en busca de un vaso de agua.
Se sentía un poco avergonzado, no, un poco no, se sentía muy avergonzado de la situación en general, ¿cómo le miraría la cara a Emma después de rogarle que le diera un beso? todavía no puede procesar aquel suceso y el hecho de que tendría que no sólo ver a Emma durante todo el día si no que también a Robert lo tenía con las piernas temblando.
No quería enfrentar a Emma por su beso y tampoco quería enfrentar a Robert por haber besado a su hija, por lo que decidió poner en marcha el plan "si vez a un polaco pierdes", su plan consistiría evitar a los polacos hasta cuanto sea posible. De lo contrario estaba seguro de que sus piernas fallarían y caería con un idiota frente a ellos.
Fue por eso que le rogó a Ferran que alcanzara a Emma a su casa, así que después de prometerle al valenciano que le serviría de por vida, este aceptó gustoso.
—Me parece estúpido que después de semanas renegando que Emma no te de ni la hora, quiera ignorarla después de, y déjame recalcarlo, besarla —Pedro comenzó con su charla motivational luego de secarse el cabello con la toalla —. No son niños, ustedes pueden hablar como corresponde.
