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CAPÍTULO CATORCE ❝ TE LO RUEGO❞
january 9th, 2023 PABLO GAVIRA
━━ YO NO VOY A HACER ESO, NI LO SUEÑEN ━━PABLO FUE EL PRIMERO EN LEVANTAR SUS MANOS E INTENTAR huir de aquella situación de la cual sus otros tres amigos también querían huir.
—¿Es necesario? —Ferran rascó su nuca inseguro, sus ojos brillaban a causa del alcohol en su sistema y el sueño que lo obligaba a cabecear —. Ella se ve... Bien.
Los cuatro miraron a Emma, que estaba en la cama con su ceño fruncido mientras dormía y como se removía incómoda sobre la cama de Pedri, empujando hacía abajo su ropa e intentando acomodar con mano adormiladas sus medias mal acomodadas. Las manos de la rubia que yacía en la cama intentaban inútilmente correr el body que tenía puesto, parecía ser que el encaje le molestaba demasiado aún estando dormida.
Ni Ferran, Pablo o Pedro se inmutaron de sus lugar al escuchar como Eric caía en seco contra el suelo de la habitación quedando plácidamente dormido contra este.
—Algo que si sé es que me voy a encargar de eso —Suspiró el canario caminando hacía el cuerpo de Eric —. Ven, Ferran, ayúdame —Se quejó cuando intentó levantar a el catalán sin ayuda —. Pablo trata de cambiarle la ropa a Emma, nosotros ayudamos a Eric y tú a Emy, ¿vale?
—¡Pero había dicho que no lo haría! —Farfulló sintiendo sus mejillas tornarse rojizas, pero fue en vano su capricho porque sus amigos ya lo habían dejado solo en la habitación —. Mierda —Maldijo por lo bajo cuando escuchó que cerraban la puerta.
Tragó saliva frotándose las manos contra el pantalón. Emma susurraba cosas sin sentido pero Gavi las ignoró mientras caminaba hacía el ropero de Pedro para sacar algo de ropa cómoda, la mente del futbolista estaba tratando de profesar de que debía cambiarle la ropa a Emma, que no se trataba de un mal sueño y que debía ser demasiado cuidadoso con lo que hacía.
—Emma —Susurró tomándola por los hombros, la chica balbuceó algo sin sentido y Pablo suspiró con pesadez —. Emma necesito cambiarte, ¿tengo tu permiso?
—¿Qué? —La chica intentó abrir los ojos mientras acomodaba su cabello —. ¿Qué necesitas dinero?
—No —La obligó a sentarse —. Que necesito tu permiso para poder... —Sus mejillas se sonrojaron y no pudo mantener la mirada con los enormes ojos azules de Emma —. Para poder vestirte.
