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─ ★ CARAVANA

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CARAVANA

Nos terminamos de arreglar con Candela y pedimos un uber. Porque sí, obviamente acepté la invitación de Enzo.

Al principio creí que me iba a invitar a un bar o algo así, pero resulta que hoy hacían una fiesta privada con los del plantel. Como me dijo que iba a ir bastante gente, le pregunté si podía llevar a una amiga y aceptó.

— No te imaginas lo que me transpiran las manos.

— Cande, calmate o vas a parecer una desesperada — traté de tranquilizarla, pero admito que yo estaba igual de nerviosa.

Llegamos al lugar que desde afuera era simplemente un portón negro, pero cuando nos abrieron había un parquizado enorme y un salón con todas las paredes de vidrio.

Le agradecimos al chófer y entramos. La música retumbaba por todo el lugar que estaba decorado con temática argentina, lo que me dio risa.

Candela que iba caminando adelante mío se dio vuelta de golpe.

— Hermana, ya los vi — dijo alto, por el volumen de la música.

Me señaló al centro del lugar dónde estaban los futbolistas bailando en ronda, sin embargo no vi a Enzo.

— Amiga, voy a buscar algo para tomar — le avisé y me dirigí a lo que parecía la barra.

— Hola, me das dos gin tonic, porfa — le pedí al barman.

Mientras esperaba, saqué el celular revisando algunos mensajes hasta que alguien se puso a mi lado.

— Hola — dijo la voz masculina.

Alcé la vista y no era nada más ni nada menos que Julián Alvarez, lo sé porque Cande se cansó de mostrarme fotos de él.

— Hola — saludé dejando el celular.

— Julián, un gusto.

— Victoria, igualmente — contesté sonriendo, él me agarró la mano y me dio un beso en el dorso de ésta.

Puede ser que ahora veía lo lindo que es, como decía Cande.

El barman me dio las copas y me despedí de Julián porque Candela ya me debía estar buscando.

— Nos vemos después.

— Ojalá — dijo él, guiñandome un ojo.

Pude sentir como se me ponían los cachetes colorados.

Mientras buscaba a Cande por todos lados, me choqué con la espalda de alguien haciendo que se volcara un poco de la bebida.

— Vicky — dijo la persona.

Se me hizo raro porque nadie me decía así, pero cuando alcé la vista entendí, el dueño de los ojos oscuros que vi en la caravana.

— Enzo.

No pude evitar soltar una sonrisa.

— Que linda estás — dijo, casi cegandome con su sonrisa de lo blanca que era — Creí que ya no ibas a venir.

Yo me reí y otra vez sentí como me sonrojaba — Gracias, sí hace un rato llegamos con una amiga.

— Vení que te presento a los chicos.

Puso su mano en mi espalda, lo que me dio un escalofrío, y me guió por el lugar hasta donde estaban sus amigos.

— Eu — dijo fuerte, llamando la atención de los presentes que ahora estaban sentados — Les presento a Victoria, una amiga.

















★★★

ando sin inspiración tenganme paciencia :c

𝗖𝗔𝗥𝗔𝗩𝗔𝗡𝗔 ━ enzo fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora