⋆ 18 ⋆

1.6K 129 0
                                        

─ ★ CARAVANA

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

─ ★ CARAVANA

5 de enero.

No me fui con él y me sentía la persona más sola del mundo, Candela se había mudado de departamento para estar con su novio que conoció en la Patagonia durante su viaje de navidad. Mariela me había dicho que todavía no podía irme de vacaciones porque tenía muchas sesiones que hacer para marcas de ropa.

10 de enero.

Seguía en Argentina. Todavia no me iba con él, tenía trabajo que no podía hacerse a la distancia y me tuve que quedar. Lo extrañaba más que a nadie, incluso más que a Candela, a pesar de que hablábamos todos los días sin falta.

15 de enero.

Decidí ir a Portugal a estar con Enzo en su cumpleaños. Planeé el viaje con ayuda de Matias, su amigo, que me iba a pasar a buscar por el aeropuerto de Lisboa cuando llegue, porque era una sorpresa. Solo iban a ser tres días pero iban a bastar para sacarme del pozo de tristeza al que estaba entrando sin darme cuenta.

17 de enero.

Es el cumpleaños de Enzo y yo ya estaba en el avión rumbo a Portugal, eran las 3 de la mañana en Argentina y las 7 a.m allá, llegaba a las 19 (Lisboa) ya que eran doce horas de vuelo, tenía tiempo de dormir en el avión y llegaba justo para el festejo que era a las 21.
Estaba nerviosa de cómo iban a salir las cosas, aunque Matias me había asegurado miles de veces que estaba todo arreglado. Le iban a hacer un cumpleaños sorpresa porque Enzo dijo que no tenía ni ganas ni tiempo de festejarlo, Matias me dijo que últimamente estaba decaído y creía que era por mi ausencia. Me hizo un poco mal saber que le estaba haciendo mal a Enzo sin querer, ojalá esto lo compensara. Para dejar de pensar decidí dormir lo que restaba de viaje.

Me desperté por la azafata que me ofreció algo para tomar a las 18:30, ya estando en terreno portugués. Acepté un café y vi en mi celular que Enzo me había respondido el saludo con un: Gracias, te quiero y extraño. Me ponía muy feliz que solo quedaran horas para poder verlo.

Al aterrizar le mandé un mensaje a Matias, y él me dijo que ya estaba en el aeropuerto, por lo que no me demoré demasiado agarrando mi valija para ir hasta dónde él se encontraba.

— ¡Victoria! — dijo una voz a mis espaldas, inmediatamente supe que era él.

— Hola, Matias — respondí y lo saludé.

Empezamos a caminar hasta el estacionamiento mientras hablábamos de mi vuelo y de cómo íbamos a hacer para ir al departamento de Enzo sin que me vea antes del festejo.

— Enzo llega tipo 21 de entrenar, vamos directo a su departamento para que te prepares ahí — explicó durante el camino.

Dicho y hecho, fuimos directo al edificio donde vivía el platinado. Entramos al duplex: Hermoso, tenía una vista de la puta madre y era más grande de lo que pensaba. Adentro ya había gente decorando todo, y entre ellas divisé a Valentina.

— Victoria, que gusto que estés acá —dijo apenas me vio. Nos abrazamos cómo saludo y me guió hasta la habitación de Enzo para que me preparara — Si necesitas algo no dudes en llamarme.

— Gracias, Valen.

Asintió y cerró la puerta. Abrí mi valija en el suelo para elegir que ponerme, algo sencillo ya que era un festejo simple e íntimo, palabras de Matias. Solo íbamos a ser sus amigos más cercanos, Valentina y yo, y obvio Olivia que estaba durmiendo en la habitación de al lado.

Antes de entrar a bañarme miré un poco la habitación, estaba todo ordenado perfectamente. Aunque el cajón de la mesita de luz entreabierto me llamó la atención y como toda perfeccionista que soy, fui a cerrarlo, pero antes de hacerlo una foto adentro llamó mi atención, era la primera foto que nos sacamos. No puedo creer que la imprimiera.

Se me llenaron los ojos de lágrimas y si tenía alguna duda de nosotros esto la había borrado por completo; me quería, me quería tanto como yo a él.

Después de llorar un ratito de la emoción, me metí a bañar para empezar a cambiarme y sin darme cuenta ya casi eran las nueve.

Ya estaba lista esperando a que Enzo llegara. Todos estábamos nerviosos, la idea era que él llegara y estuvieran las luces apagadas, para que cuando él las prenda nos vea a todos. Me habían dicho que me ponga adelante de todos para que me vea primero, moría de la vergüenza pero ahí estaba yo.

— Ya llegó, está subiendo — avisó Federico, otro amigo de Enzo.

Esas simples palabras bastaron para que las piernas comiencen a temblarme como si de repente fueran de gelatina. Cuando apagaron las luces todos nos acomodamos en un semicírculo al rededor de la entrada. Apenas escuché el ruido de las llaves en la cerradura dejé de respirar, la puerta se abrió y en segundos las luces se prendieron a la par del grito de "sorpresa".

Enzo sonrió mirando a todos, inevitablemente cruzamos miradas y dejó de sonreír. Su cara era inexplicable, la mía tenía que ser igual.

— Vicky — dijo dejando caer su bolso al suelo.

Caminó los pocos metros que nos separaban para fundirnos en el abrazo más sincero que dí alguna vez. Todos empezaron a aplaudir, me sentía en una película.

— Feliz cumple — susurré en su oído.

Se separó y me agarró la cara con ambas manos para mirarme fijamente.

— Estás acá.

— Sí, tonto — respondí tratando de no llorar.

— ¿Por qué no me dijiste que venías?

— Sorpresa... — dijo Matias llegando a nuestro lado con Oli en brazos, robandole otra sonrisa.

Oli se pasó a sus brazos y todos fueron a saludarlo.

Cuando quisimos darnos cuenta la noche se había terminado, después de comer la torta cada uno se fue a su casa, ya que era día de semana y la mayoría tenía cosas que hacer, incluído Enzo.

— Bueno, nos estaremos viendo — saludó Valentina, la última en irse, con Olivia dormida en sus brazos.

Enzo le ofreció quedarse en la habitación de Olivia ya que la nena estaba durmiendo, pero Valentina insistió en que teníamos que tener tiempo a solas.

Nos fuimos a acostar apenas cerró la puerta, Enzo tenía que ir al gimnasio en la mañana.

Me acomodé en su pecho con su brazo rodeandome.

— Todavía no puedo creer que estés acá — dijo haciendome cariñitos en el pelo.

— No me iba a perder tu cumpleaños — respondí alzando la cabeza para darle un beso.

— ¿Viniste para quedarte? —preguntó, sentí su corazón palpitar con más fuerza.

— Solo por tres días — contesté odiando la respuesta — Todavía tengo unas cosas que hacer.

Se removió sin contestar hasta después de un rato.

— Bueno, vamos a hacerlos valer la pena.
























★ ★ ★

capítulo bastante largo
pq andaba inspirada

como siempre gracias por leer <3

[la foto de enzo y vicky en multimedia]

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 09, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

𝗖𝗔𝗥𝗔𝗩𝗔𝗡𝗔 ━ enzo fernández Donde viven las historias. Descúbrelo ahora