𝘌𝘗𝘐𝘓𝘖𝘎𝘖

492 88 27
                                    

— Jungwon, Jungwon quédate conmigo... — sintió apenas un roce sobre su mejilla, murmuró algo incomprensible, algo se posó sobre su nariz y boca y respiró un aire más frío que lo hizo reaccionar, abriendo sus ojos apenas un poco —. Yang Jungwon, ¿Me escuchas?

Parpadeó para ver a Jongseong, su amigo y compañero, su expresión era muy preocupada, y sonrió apenas en un intento de hacerlo sentir mejor.

— JayJay...

El pelinegro suspiró pesadamente, podía notar su cuerpo temblar, su corazón latía apresurado, tomó la mano del menor para sostenerla con fuerza.

— Te desmayaste después del concierto, ¿Cuando vas a aprender a tener un límite? — Jongseong hablaba con apenas un hilo de voz, estaba bastante pálido y asustado por ver a su amigo colapsar en cuanto salieron del escenario.

Estaba seguro que había tenido un mini infarto, Jungwon estaba a su lado al bajar y si bien ambos estaban muy cansados luego de tanto baile, no vio venir cuando el castaño se apoyó sobre él de golpe, por un segundo sus ojos se pusieron en blanco y luego había caído desmayado en sus brazos, por más que lo llamara no reaccionaba, y las personas del staff se lo llevaron a una habitación más privada, aunque él no iba a dejarlo solo nunca.

— La ambulancia está en camino, aguanta un momento— murmuró el rubio.

— ¿Una ambulancia? Pero estoy bien... — dijo.

— Shh, cállate, no tienes que hablar con el oxígeno, solo respira — Jongseong casi nunca usaba su "tono de Hyung", más grave que su voz normal y que servía perfectamente para retarlo cuando hacía algo mal, aquel momento era una de esas ocasiones especiales.

Dió unas cuantas bocanadas al oxígeno, hasta que se sintió mejor, no se dió cuenta que era Jongseong quien tenía la máscara sobre su rostro todo este tiempo, a pesar de que había más miembros del staff a su alrededor, incluso uno se había acercado para dejar un trapo frío sobre su frente, pero Jongseong le pidió que le diera espacio y que él lo haría.

— Jay-

— Ya dije que te calles — lo interrumpió el pelinegro, Jungwon rió un poco y le hizo caso, tomando su mano con más firmeza y dejando caricias con su pulgar sobre la mano de Jongseong.

A los pocos minutos llegó la ambulancia y Jungwon se subió a esta, aunque ya estaba bastante mejor, al menos no estaba cerca de desmayarse, fue hacia él hospital con su manager, solo para que le dieran suero un par de horas, estaba muy deshidratado y tenía hambre, así que también le llevaron comida de McDonald's mientras lo dejaban descansar en una camilla.

Mientras comía sus hamburguesas (porque le habían llevado cuatro) solo podía pensar en el extraño sueño que había tenido, si es que a ello se le podía llamar sueño, o alucinación, se sentía tan real, y tan raro.

¿Había sido todo un sueño?

Había perdido el conocimiento por quizás poco más de un minuto, aunque no recordaba nada desde antes de terminar el concierto hasta que había despertado en aquella sala con Jay, pero sentía que había pasado mucho más tiempo.

Cuando regresó con el resto fue recibido por todos, y no era la primera vez que recibía una charla de que debía cuidarse más, no dar todo de sí sino saber controlar cuando estaba llegando a su límite, que aún así podía tener mucha energía y pasarla bien sin necesidad de desmayarse.

— Eres el que tiene más resistencia de todos nosotros y haces como quince horas de gimnasio diarias, ¿Cuánto das en una sola noche para terminar así?— preguntó Heeseung en aquel tono agudo y gritón que usaba cuando quería sonar serio y gracioso al mismo tiempo.

𝙇𝘼 𝙏𝙄𝙀𝙍𝙍𝘼 𝘿𝙀 𝙇𝙊𝙎 𝘿𝙄𝙊𝙎𝙀𝙎 𝙈𝙐𝙀𝙍𝙏𝙊𝙎 » 𝙅𝘼𝙔𝙒𝙊𝙉Donde viven las historias. Descúbrelo ahora