3~Más Incógnitas Qué Respuestas

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Karen

Me voy al baño, para darme una ducha que me tranquilice.

Cuándo salgo más calmada, recojo el desorden. Al terminar me tumbo en cama y cojo el móvil para revisar la hora.

Al cogerlo veo un mensaje de Marcús, diciéndome que necesita decirme algo, así que le digo que quedemos más tarde. Al final decidimos que quedaremos sobre las 20 h.

Un rato después, al percatarme que quedaba poco para la reunión con el abogado, me levante y llamé a Jacob Miller, un "amigo" especializado en tecnología informática y puede que un poquito detective.

—Hola Jac

Hola K ¿Qué te cuentas?—me contesta con tono jovial.

Eso significa que lo encontré de buen humor, hay que aprovechar.

—Bueno... Digamos que ni bien ni mal ¿Y tú?

«¡Que bieen disimulas!»

Me va bien, pero supongo que no me estás llamando para ponernos al día, así que dime ¿Qué quieres?—dijo todo con un tono calmado.

—¿Me podrías conseguir la ubicación de mi tablet? Es que creo que me la han robado.

Veré que puedo hacer-suspira pesadamente —pásame el número de serie de la tablet y si le pusiste el localizador que te di el año pasado, dímelo ya, para ahorrarme trabajo.

Le pasé todo lo que me pidió y me fui a la reunión que tenía en Belle Vie.

Cuándo llegue a la cafetería, vi a un joven delgaducho de unos treinta y pico, tez morena, ojos de color marrón oscuro y pelo negro. Era Martín con una gran montaña de papeles, que ya me decían que esto iba para largo.

Me siento en la mesa respirando hondo, y me preparo para una charla tediosa sobre contabilidad y otras cosas relacionadas con el tema tremendamente aburridísimas, pero de las que estoy capacitada a entender.

Por las clases que nos daba mi padre, a mis hermanos y a mí, por si uno heredaba la empresa que estuviera capacitado. Sobre todo se centró en mí por ser la primogénita.

«Bueno, de algo sirvieron esas pesadas clases que nos daba»

Después de tres horas debatiendo llegamos a la conclusión de que necesitamos un nuevo socio con urgencia.

Martín se va y me quedo sentada reflexionando todo.

«No pasa nada, ya estamos independizadas»

¿Y nuestros hermanos qué?

«Uy, es verdad a veces olvido que existen»

¿Cómo vas a olvidarlos? Sí, son nuestra familia.

«Y no digo lo contrario, pero intervienen tan poco en el día a día, que se me borran de la memoria, aunque nos llenen de "amor"».

Sí que nos dan amor.

«Claaro»

¿Cómo puedo tenerte como conciencia, si nunca me apoyas?

«Yo no estoy para apoyarte, yo estoy para aconsejarte, ayudarte, darte pensamiento crítico y distraerte para que no hagas una locura, y alguna que otra cosa».

«Además, yo no pedí ser tu conciencia, simplemente me tocó serlo».

Pasé de ella y me levanté de la mesa y me dirigí a la salida de la cafetería.

Evig kaerlighed (Por siempre, Amor) BorradorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora