MEMENTO MORI - ESPAÑOL | " Recuerda que morirás, incluso cuando creas que todo está bien y que nada malo llegará. La muerte es para los ingenuos y la fortuna solo se regala a los valientes."
Donde se narra la vida de Nabi Nakamoto, un intento fraca...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¿Y NO TENÉIS NINGUNA idea de lo que puede ser?—Pregunta Kuina, mirando el papel que confiscó Chishiya del cadaver del cazador.
Ya me he quitado la ropa y estoy en bikini otra vez, obedezco las normas de la playa. Estoy tumbada en la cama de mi cuarto, soy afortunada porque es individual y no lo tengo que compartir con nadie. Llegué aquí tarde así que soy el número 37, después de la cantidad de gente que muere a diario en los juegos, es fácil subir de escaño aquí dentro.
Chishiya niega ante la pregunta de Kuina y yo solo puedo suspirar y revolverme en la cama.—Podría ser hasta un mapa, yo que sé.—Digo y observo a la de la coleta.
Chishiya me da una mirada con la ceja alzada y se queda mirando el papel.—De todas formas, ¿qué tal os fue el juego?.—Vuelve a preguntar.
—Chishiya me dejó sola.—Respondo incorporándome.
—Es que eres lenta.—Me rebate él.
—Y tú un mentiroso.—Él me mira con la ceja alzada de nuevo, cruzándose de brazos.—Admite que sí me engañaste.
—No te engañé, tú tomaste el camino.—Deja de mirarme.
—¿Y lo de dejarme sola en el juego?—Pregunto, sé que tengo la razón pero él no lo admite.
—No te dejé sola, además por lo que vi, te las apañaste bien.—Sonríe de lado.
—Si os gustáis, entonces podéis salir.—Los dos miramos a Kuina.
—Yo no salgo con traidores.—Digo, cruzándome de brazos.
—Tranquila, yo tampoco con charlatanas.—Abro la boca en sorpresa y indignación.
—Pero serás- —
—Tengo cosas que hacer.—Interrumpe Kuina, saliendo de la habitación.—Hablamos luego.
Cuando la puerta se cierra lo único que hago es soplar y tumbarme de nuevo en la cama. Esto me recuerda a la noche donde Chishiya durmió en mi apartamento. Solo que ahora sé lo que es.
—La decepción es un sentimiento humano.—Me dice, guardándose el papel.—Lo superarás.
—Mejor cállate.—
Pasan los minutos y seguimos en silencio, aún me pregunto por qué no simplemente coge y se va. Por qué insiste a molestarme y quedarse en mi cuarto. Si esto es lo que se gana salvándole la vida a alguien, entonces creo que no lo volveré a hacer.
—Eres más callada cuando estás enfadada.—Se recuesta en el sillón.—Tal vez debería hacerte enfadar más a menudo.
