~⚜~Mi amor, mi sultán~⚜~

Bölüm V

Palacio de Topkapi
Estambul, 1605

La espalda de Iskender estaba llena de sangre y estaba a punto del desmayo... pero después de un latigazo más Ahmed se detuvo.

Ahmed: Esto es solo una muestra de lo que soy capaz de hacerte Iskender, nunca en tu vida vuelvas a desobedecer al Sultán del mundo... Escoria.

Iskender no paraba de llorar y el dolor emocional era más fuerte que el físico.

Kösem lo vio todo y soltó unas lágrimas, el estado de Iskender era deplorable, su Ahmed le hizo algo tan horrible a una persona... Ella lo ayudo a llevarlo a sus aposentos.

Iskender: Mi sultana porfavor no, si su majestad me vuelve a ver con usted es capaz de matarme, porfavor.
Kösem: Iskender, no te puedo dejar así, mira tu estado, quieres que se te infecten las heridas.
Iskender: Mi sultana, ya se que que puede hacer para ayudarme y sin molestar a su majestad.
Kösem: Dime Iskender.
Iskender: Llame a la enfermera y dígale que me atienda y usted se va sin preocuparse, además usted está muy débil este ajetreo tal vez haga empeorar su salud y no me perdonaría que le pase algo por mi culpa.
Kösem: Querido Iskender, tranquilo, mi final esta escrito, no te preocupes, discúlpame por no protegerte de Ahmed.
Iskender: No tiene que disculparse mi sultana, no fue su culpa, fue mía por desobedecer a su majestad.

Después de unos minutos llegó la enfermera con dos agas que llevaron a Iskender a curarlo.
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Días después las heridas de Iskender ya estaban casi sanas, había vuelto a sus labores pesadas, y no ha visto al Sultán ni a la sultana desde ese día en el jardín... Deseaba agradecer a Kösem su ayuda ese día, de no ser por ella sus heridas se pudieron infectar y estaría en estado grave si no es que muerto.
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Se sentía un tonto...
Después de todo seguía queriendo al Sultán, pero igual le tenia miedo.
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Iskender se encontraba limpiando el piso del harem cuando escucho...

Aga: ¡¡ATENCIÓN!! SU MAJESTAD EL SULTÁN AHMED Y SU ALTEZA LA SULTANA KÖSEM ESTÁN AQUÍ...

Su ser por completo se heló, se paro de inmediato y se reverenció.
Tenia miedo, no alzó la mirada ni un segundo, no se atrevía y cuando pensó que se habían ido alzó la mirada encontrándose con la de Ahmed... se ruborizó y empezó a temblar, dos sentimientos estaban encontrados...
Amor y Miedo.

El Sultán lo miro de una manera neutra, con una expresión seria, mientras Kösem lo miraba con pena por verlo en ese estado, se encontraba demacrado y cansado, y su ropa estaba sucia de limpiar.
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"El amor puede ser un arma de doble filo, un día te hace sentir la persona más feliz y al otro la más desdichada" .
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El sultán miró unos minutos más al aga y luego se retiro no sin antes decir.
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Ahmed: Iskender quiero verte en el jardín en media hora necesito hablar contigo.

Iskender: S-si su ma-majestad.
Iskender: (Por Allah que habré hecho, y si me vuelve a pegar)

Y así como lo ordenó Ahmed Iskender llegó en media hora al jardín, ni un minuto más, el Sultán estaba sentado y el aga llegó con la mirada para abajo.

Iskender: S-su majestad pa-para que m-me necesita-taba.
Ahmed: Que pasa Iskender porque tartamudeas tanto, me tienes miedo acaso.

Ahmed se paró del asiento y empezó a caminar hacia el aga, el cuál al notarlo empezó a temblar y empezó a retroceder por instinto.

Iskender: N-no su majestad so-sólo...
Ahmed: Sólo que Iskender, porque retrocedes y tiemblas.

Iskender chocó con la pared y el Sultán se acercaba más y su miedo era más grande aún, que empezó a llorar.

Iskender: snif~ por-porfavor su majestad n-no me pe-pegue snif~
Ahmed: Shhh~ no llores mi pequeño, no te voy a pegar, no me tengas miedo mi amor.

Ahmed acortó mas la distancia y beso esos labios que deseaba hace tanto, esos labios carnosos y rosados que lo volvían loco eran de él y de nadie más.
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Iskender no quiso apartarse y correspondió poniendo sus manos en el cuello del más alto, el Sultán lo apego más agarrando lo de la cintura.
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Era un gran momento para ambos.
Se separaron por falta de aire y juntaron sus frentes.
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Ahmed: Mi pequeño, no sabes cuanto deseaba esto.
Iskender: Mi señor es inevitable decir que mi corazón tiene dueño y es usted, siempre ha sido usted, no sabe cuanto lo amo, soy solo suyo en cuerpo y alma.
Ahmed: No sabes lo feliz que me hace escuchar eso, eres mío, mío y de nadie más, te amo mi pequeño.

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Continuará
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~Felix Koslever~
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