~⚜~Mi amor, mi sultán~⚜~

Bölüm VI

Palacio de Topkapi
Estambul, 1605

El Sultán abrazaba al aga con tanta posesividad.

Ahmed: Deseaba tenerte así hace tanto Iskender.
Iskender: Yo también mi Sultán, pero por favor ya no me pegue de nuevo, lo amo a usted pero no era mi intención molestarlo todo lo que dije me dolió demasiado pero me sentía mal de hacerle eso a la sultana Kösem.
Ahmed: Perdóname mi pequeño la ira me consumió por completo, se que lo hacías por mi sultana pero me molesto que me rechazarás por alguien más, todo por mis celos absurdos, no quiero volverte hacerte daño mi amor.
Iskender: "Mi amor" que bonito se escucha, hace tanto que quería vivir este momento.
Ahmed: Pues prepárate porque vendrán muchos más y hasta mejores, amor.
Iskender: Nunca pensé que usted se fijaría en alguien como yo.
Ahmed: ¿A qué te refieres con alguien como tú?
Iskender: Bueno pues usted tiene a un montón de mujeres hermosas en su Harem incluso la sultana es muy hermosa y yo soy un simple hombre sin gracia ni-...

No termino de hablar porque el Sultán lo interrumpió con un beso, y correspondió.

Ahmed: Iskender eres un hombre hermoso, eres amable y piensas en los demás, tienes carisma y en tus ojos puedo hundirme todo el tiempo, sin hablar de esos labios tan suaves y carnosos que me pertenecen. Además tus cualidades, tu forma de ser, tus sentimientos y lo que dicte tu corazón es lo más valioso para mí.
Iskender: Pero-
Ahmed: shhh, pero nada mi bello ángel, ya te dije, lo único que importa es que yo te amo y tu belleza interna es la que te define.

Se volvieron a unir en un beso, pero esta vez fue Iskender quien lo inició, dejando sorprendido al más alto, era la primera vez que el aga lo besaba iniciando.
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Iskender era un tomate andante, su cara estaba roja de la vergüenza pero era algo que le fascinaba al Sultán, verlo sonrojado, ya lo imaginaba de otra forma más erotica, sus ojos llenos de lágrimas de placer y con marcas por todo su bello cuerpo.
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Mientras ellos tenían su momento especial, alguien también compartía esa felicidad, Kösem, estaba feliz de que los tortolitos estén juntos, ahora sabía que podía ir en paz en ese aspecto pero todavía faltaba algo, Iskender va a ser un gran compañero pero falta que también pueda ser una bueno para sus príncipes.
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Entonces empezó a idear un plan para saber las intenciones del aga con sus hijos.
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La sultana pidió al Sultán salir a dar un paseo y mientras Iskender se quedara con los príncipes, el aga aceptó gustoso, amaba a esos niños, ya había tenido la suerte de cuidarlos anteriormente y esos bebés eran muy importantes en su vida. El hecho de que su madre les faltaría le ponía triste, nadie merece crecer sin su madre.
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Había pasado una hora desde que se fueron y los bebés no paraban de llorar, el pobre aga no sabía que hacer.

Iskender: Señorita que sucede con los bebés, porque no paran de llorar.
Esclava: Aga, lo que pasa es que los niños ya les toca comer y la sultana no llega.
Iskender: Ay no, se habrán retrasado con algún problema, la sultana es muy responsable con sus príncipes.

Iskender agarró a Osman y lo mecia, el bebé empezó a inquietarse y acercarse mucho a su pecho en busca de comida. El aga estaba preocupado porque era obvio que el no tiene leche y más aún no es la madre, pero de repente empezó a mojarse su vestimenta en la parte de sus pezones, su miedo ahora se hizo presente, el bebé estaba tan ansioso por echar su pezon, Iskender se sacó una manga del traje dejando descubierto su pezon lleno de un líquido blanquesino, acercó al príncipe y este empezó a chupar desesperadamente.
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El castaño estaba impactado de lo que estaba ocurriendo, porque el estaba amamantando al príncipe, un rato después el príncipe Osman terminó de comer, el aga se lo entregó a la señorita y está le entregó al príncipe Mehmed.
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Iskender se puso la manga y se sacó la otra, ahora era el bebé más pequeño quien tomaba desesperado la leche, el castaño lo veía tranquilo y relajado mientras tomaba, ya tendría tiempo de investigar que estaba sucediendo con su cuerpo.
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Mientras tanto el Sultán y su esposa se encontraban preocupados y apurados por regresar al palacio, se habían demorado más de lo debido y la sultana sabía que sus príncipes tenían que comer.
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Una hora después los príncipes ya se encontraban dormidos en sus cunitas e Iskender los observaba dormir, estaba tan feliz de calmar a los bebés, pero escucho la llegada de Ahmed y Kosem.
La sultana entró apurada en busca de sus hijo para alimentarlos, pero grande fue su sorpresa al encontrarlos dormidos en vez de llorando.

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Continuará
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Holis mis queridos lectores perdon por actualizar después de 3 siglos, ha pasado tanto tiempo desde la última vez que escribí en esta y las demás novelas, Ahhhh
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Bueno como vieron Iskender pudo amamantar, debido a su condición doncel que el no conoce pero que ya conocerá.
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~Félix Koslever~
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